Terol pone la directa

Tenía muchas ganas Nico Terol de ganar una carrera en España, ante su afición. Para el piloto alcoyano, subcampeón del mundo de 125cc, era una asignatura pendiente: con seis victorias en su palmarés, y cinco podios en pistas españolas, le faltaba saborear las mieles del triunfo en casa. Y en casa se sacó la espina. El pupilo de Aspar es el principal favorito a ganar el último mundial del octavo de litro, pero en Jerez no valía asegurar un buen puñado de puntos para mantenerse líder de la clasificación general: "Era ganar o caer, lo he dado absolutamente todo", aseguró al bajarse de lo más alto de podio.

La carrera se planteaba complicada, sobre un asfalto mojado a medias, la peor situación para los pilotos pues hace difícil calibrar hasta qué punto resbala la pista. Pero el pilotaje fino y preciso de Terol se adapta perfectamente a estas circunstancias, así que no había motivo para la preocupación. Acaso el alemán Sandro Cortese, que tenía la 'pole' y se mostró muy fuerte en los entrenamientos, pero el de Bocairente salió como un cohete, y en el primer paso por meta ya gozaba de una ventaja de 1 segundo y 4 décimas, para disipar cualquier duda. No hubo noticias de Cortese en la cabeza de carrera, pero sí de Héctor Faubel, que corría su Gran Premio número 150 en el mundial, y se empeñó en evitar el monólogo de su compañero Nico.

Faubel cazó a Terol en el séptimo giro, y los dos pilotos Aspar rodaron juntos alternándose en el liderato hasta el final de la carrera. Distanciados del resto, y conscientes de que la victoria se la jugarían ellos dos, Terol y Faubel protagonizaron una escena inaudita, más propia de una prueba ciclismo en pista que de una carrera de motos: nadie de los dos quería enseñar sus cartas, así que, llegando a Dry Sack, los dos frenaron tanto para dejar pasar al otro que casi se paran. Ninguno logró desembarazarse del rival hasta que, faltando dos vueltas por la bandera de cuadros, Nico Terol lanzó el ataque definitivo, logró unas décimas de ventaja y, en su afán por disputar el triunfo, Faubel se fue al suelo en el último giro. "Ganar en casa, con la afición es increíble", celebró el líder (ya le saca 19 puntos al segundo), mientras Faubel asumía que "las ganas y el corazón pudieron a la cabeza".

Viñales muestra sus credenciales

Por detrás, la épica la puso el joven catalán Maverick Viñales, de tan sólo 16 años, que en su segunda carrera mundialista se metió en la lucha por el podio hasta que la mecánica le traicionó: se le bloqueó el freno trasero de la Aprilia justo cuando se había puesto tercero. Antes, el joven campeón de España había puesto las tribunas patas arriba con una espectacular remontada, y un par de adelantamientos al límite.

También estaban en la pelea el vasco Efrén Vázquez y el 'poleman' Cortese, pero ambos se fueron al suelo dejando el cajón en bandeja para el alemán Jonas Folger, que terminó segundo, y el francés Johann Zarco, tercero en cruzar bajo la bandera de cuadros.