El motero que prueba Cádiz siempre repite
Es la máxima que se cumple cada año y por ello hay lugares emblemáticos para los motoristas que visitan cada año, ya sea por la comida o el ambiente
EL PUERTO.Actualizado:Hay una máxima que siempre se cumple y que circula en el mundo de los moteros: el que viene por primera vez al Gran Premio de Jerez, otro año repite. Por ello no es extraño que entre las calles de Jerez o El Puerto se vean a motoristas que van con paso firme y relajado, con la expresión segura de saber a donde va. Y es que son muchos los que conocen la provincia y cuenta con lugares que no puede dejar de visitar a la hora de acercarse a Cádiz.
Aunque en los últimos años ha surgido un fenómeno curioso y es que se ha expandido el conocimiento de las localidades gaditanas. Antes era complicado que los motoristas se movieron precisamente de El Puerto o de Jerez, pero debido a las restricciones, más acentuadas en el primer caso, los aficionados a las dos ruedas han decidido buscar nuevos sitios en los que poder demostrar las capacidades de sus máquinas. «Es lo que nos gusta y si hay tráfico muy lento y controles en cada esquina nos espantan a otros sitios. En mi opinión no es bueno un extremo ni otro y los portuenses están a punto de ahogar a esta gallina de los huevos de oro», afirmó José Benítez, un extremeño que no falta nunca a la cita y ya suma casi doce motoradas a sus espaldas. Si a todo ello se suma la crisis, entonces se pone en peligro la máxima anteriormente expuesta y puede ser que haya aficionados que decidan no volver. «Nosotros somos de Zújar un pequeño municipio de Granada con 3.000 habitantes y ha habido años que el pueblo durante este fin de semana se ha quedado vacío, pero este año solo venimos dos grupos», afirmó Sandra Navarro.
Aún así hay un sitio por el que merece la pena meterse los kilómetros que hagan falta a pesar de tener que hacerlo a 110 kilómetros. Es conocido en casi todos los motoclub de España y una cita ineludible para todos aquellos que vienen a ver a sus ídolos del motociclismo. Se trata de El Romerijo, el cocedero de marisco que en estos días vive una explosión de ventas. «Siempre hay que venir a comer marisco y aquí está lo mejor. Claro que antes era un sitio ideal porque mientras comías veías pasar las motos y ahora queda como vacío y desangelado», expuso Ernesto Marín un madrileño acompañado por amigos de varias partes de España que precisamente se dan el encuentro en este conocido cocedero de la ciudad. «Ya casi ni quedamos, porque es sencillo encontrarnos el viernes a la hora de comer en este lugar. Pero ya te digo que una vez que estás lleno ya sin ver motos lo que te apetece es irte».
Las restricciones y los férreos controles policiales han conseguido que los motoristas no alarguen su estancia en el municipio y eso lo han notado el resto de establecimientos de la ciudad que ven como el volumen de ingresos caen porque el café se toma en otro lado. Es un fenómeno que se ha intensificado en los últimos años y que ha permitido que los beneficios redunden en el resto de localidades del entorno. Ya no ha distracción mientras se está comiendo ni apetece acudir a otra terraza a seguir viendo ambiente motero porque la Ribera del Marisco está sellada y es imposible que una moto entre. Los moteros se han quejado incluso del cierre de plazoletas del centro que hace más complicado que se pueda aparcar para acudir a los sitios de siempre, a aquellos dónde se toman las copas en el centro de El Puerto.
Por eso tras comer vuelven a coger su moto y a marcharse para buscar otros destinos. Los más beneficiados son Sanlúcar, Chipiona y Conil. «Queremos ir a Chipiona porque nos han dicho que está muy bien y la verdad es que nos vamos a pasara por allí para ver el ambiente y conocer el lugar», confesó Alfonso Guerrero que viene desde Málaga.
Esto hace que sean conocido otros sitios de comida de la zona y que por tanto se repartan más los beneficios de los motoristas. «El año pasado no sé como llegamos a un sitio llamado el Rancho por Sanlúcar y queremos volver mañana antes de irnos para comer aunque iremos con el tiempo justo, pero bueno». Y es que la espaciarse los sitios de la motorada, lo que le faltan a los aficionados es tiempo para ir a todos los sitios que tienen pensado. Aún así piensan que hace faltan más iniciativas y distracciones. «Es raro que no haya conciertos, faltan lugares con actividades para moteros, no sé parece que no le sacan todo el partido», aseguró Olga Castañeda que vino desde Alicante.
Porque una cosa sí, el motero no repara en gastos al menos cuando sale a la calle y eso a pesar de la crisis. Lo que sí se lleva es buscarse pisos que estén baratos o incluso casa de amigos sin importar bien si no está en la provincia siempre y cuando se llegue pronto a Jerez y en eso los pueblos de Sevilla están sacando ventaja. «No merece la pena gastarse dinero en un buen hotel si donde menos tiempo vas a estar es en la habitación» tal y como aseveró David Martín, otro de los muchos malagueños que se acercan en estos días a la provincia.
Las playas de Conil, la ruta del pescaíto frito y sobre todo de vías donde poder ver pasar a las motos en una terraza, son el atractivo que ofrecen las localidades cercanas a El Puerto y que se han convertido en sitios que no se puede dejar de visitar a la hora de llegar a la motorada. Aunque la mayoría sigue dándole puño entre Jerez y El Puerto.