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José Bono. :: E. NARANJO / EFE
ESPAÑA

Una tregua hasta las elecciones

Los barones piden que, despejada la incógnita de Zapatero, cese el ruido sucesorio hasta el 22-M

ALFONSO TORICES
MADRID.Actualizado:

Los barones socialistas salieron de la reunión del Comité Federal con un mensaje único. Después de que José Luis Rodríguez Zapatero despejase su incógnita ya no existe motivo para que continúe el guiriguay desatado por la apertura de un hipotético proceso de sucesión del líder, ahora real por la decisión del secretario general.

Creen liquidadas las incertidumbres que han convulsionado y desgastado al PSOE y que, a casi un año de las generales, no urge abordar el debate del sustituto. Dicen que el ruido interno debe acabar hasta que se celebren las elecciones del 22 de mayo. Reclaman unidad, apoyo para Zapatero, aparcar las estrategias sucesorias y volcar la energía en dar a conocer los programas y respaldar a sus candidatos para evitar una derrota del PP. El nuevo lema es «que nada interfiera en la campaña».

Fue el mensaje unánime de los barones territoriales en sus declaraciones privadas y públicas, pero, puertas adentro, hubo dirigentes que no las tenían todas consigo. No tenían claro que los mensajes de silenciar el debate, desoídos hasta ahora, fuese a triunfar a partir de hoy. De hecho, el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra ya habló hoy de enfrentamientos futuros «entre policías y soldados», en referencia a los favoritos de las primarias, los titulares de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y Defensa, Carme Chacón.

«Lealtad y respeto»

El presidente del Congreso perdió en 2000 la pugna por el liderazgo del PSOE con Zapatero, pero en las últimas semanas se ha convertido en uno de sus más asiduos confidentes. Es uno de los pocos barones con los que el presidente podría haber discutido sus planes y, de hecho, ayer acudió al comité federal cuando casi nunca lo hace. El papel de Bono ante unas primarias socialistas es una incógnita que él mismo prefirió no despejar pese a ser preguntado por si se iba a presentar. Hace días dijo que ya no aspira a liderar el partido y, si eso verdad, su apoyo, sin duda, sería para Rubalcaba. Se limitó a pedir «lealtad y respeto» para el jefe del Gobierno y centrar todos los esfuerzos en las elecciones.

«Alfredo, Pérez y Rubalcaba»

El presidente de Extremadura estaba contento. Es uno de los barones que con más insistencia reclamó en público a Zapatero que despejase la incógnita sobre su candidatura en 2012 antes de las elecciones locales, para evitar que el PP las convirtiese en un plebiscito sobre su persona. «Ahora ya nadie podrá echar la culpa del resultado que pueda obtener» al presidente, comentó, antes de aclararle, a modo de disculpa, que si hubiese dicho que iba a presentarse «estaríamos todos contigo». Su favorito en las primarias, de las que se autoexcluye, no es ningún secreto. Dijo que si Zapatero no repetía sus candidatos eran tres: «Alfredo, Pérez y Rubalcaba».

El Pepito Grillo

Sin embargo, quien más contento salió del Comité Federal fue el presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección. Ha sido el 'Pepito Grillo' de Zapatero desde hace meses y, sin temor a los rapapolvos del aparato, que le han echado varios, reclamaba al secretario general que dijese ya si iba a repetir o no como candidato. Es sin duda el que más temía que las autonómicas se convirtiesen en un plebiscito nacional sobre Zapatero, pues su oponente directa es la principal adalid de esta estrategia, la número dos del PP, Dolores de Cospedal. «Ha estado a la altura de las circunstancia», alabó a Zapatero. No ha despejado quién es su futuro aspirante a candidato -él no competirá-, pero mira con buenos ojos a Carme Chacón.

Un incondicional

El presidente socialista de Andalucía fue el primero en hablar tras el discurso de Zapatero y lo hizo para mostrar su respeto por la decisión del secretario general, aunque aclaró que a él le hubiese gustado que el presidente repitiese como candidato socialista en 2012, porque cree que aún hoy es el mejor. «El secretario general ha estado a la altura de un gran partido y espero que el partido esté a la altura de Zapatero», advirtió a sus compañeros, al tiempo que les pedía el final de los ruidos, unidad y centrarse en las municipales. El todopoderoso PSOE andaluz, clave en unas primarias, aún no ha dado muestras claras de quien puede ser su candidato.

El ruido es «traición»

El 'lehendakari' y líder de los socialistas vascos defendió que ahora que Zapatero ha hecho el sacrificio personal y ha despejado la incógnita todo el partido unido debe guardar silencio sobre la sucesión y concentrarse en ganar las elecciones locales de mayo. Volver antes del 23 de mayo al ruido de la sucesión sería «traición», opinó. Sobre el futuro candidato indicó que «lo mejor para el partido es lo que suma y lo que no divide», con una posible alusión a un Rubalcaba, su favorito, apoyado por una amplia mayoría sin necesidad de primarias. El 'lehendakari' también apostó de cara al futuro por defender «con orgullo» una «respuesta desde la izquierda» para España.

La fuerza de las primarias

El secretario general de los socialistas madrileños exigió primarias para nombrar al candidato sí o sí, porque describió el procedimiento como «una fábrica de liderazgo». Fue esta fórmula de democracia directa la que el pasado mes de octubre le permitió doblar el brazo al aparato nacional del partido y arrebatar la foto de la candidatura socialista al Gobierno de Madrid a la aspirante 'zapaterista' y ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. Gómez, que aún no ha apostado en público por candidato alguno, y que lleva a sus mítines tanto a Rubalcaba como a Chacón, lo que sí descartó ayer son los rumores que le citan a él como posible aspirante. Dijo que él a partir de mayo lo único que será es presidente de Madrid.

«Se acabó la incertidumbre»

El líder de los socialistas catalanes y expresidente de la Generalitat era de los que no creía urgente un pronunciamiento de Zapatero, pero, en cualquier caso, respeta lo ocurrido ayer y cree que con su decisión «se cierra una etapa de incertidumbre» que espera que dé paso a otra caracterizada por la «unidad, lealtad y cohesión». No quiso pronunciarse sobre futuros candidatos y solo pidió «una oferta sólida e integradora, la mejor para ganar al PP». En esta fórmula espera, sin duda, que de una u otra manera esté Carme Chacón, claro referente de futuro del PSC.

«Primarias, para el verano»

El candidato socialista a presidir la Junta de Castilla y León fue uno de los barones que con más vehemencia reclamó que el ruido de la sucesión cese de forma absoluta en el partido hasta después de los comicios de mayo, por lo que reclamó «una conjura colectiva» de los socialistas para conseguirlo y vencer al PP en las elecciones. Como hombre de la absoluta confianza del ministro de Fomento y secretario de Organización, José Blanco, sin duda trabajará desde ahora para que el próximo cartel electoral del PSOE en 2012 tenga la cara del vicepresidente Rubalcaba y que, si es posible, esto se logre sin tener que recurrir al desgaste de las primarias.

«Que nadie se desvíe»

El discurso de Alarte, el aspirante socialista a presidir la Generalitat valenciana, fue muy similar al de Oscar López. Señaló que José Luis Rodríguez Zapatero ya ha cumplido, ha hecho lo que muchos en el partido le reclamaban, y pidió que desde ahora y hasta después de las municipales que «nadie desvíe la atención y que nadie descentre el debate» sobre los comicios. A quienes piensan ya en comenzar los movimientos internos hacia las primarias les advirtió de que «con nosotros no cuente quien no se centre a partir de ahora en lo que toca». Alarte también es socialista próximo a José Blanco y, por lo tanto, también apuesta como el número dos del PSOE por el cártel del vicepresidente primero.

Policías contra militares

El exlíder de los socialistas extremeños, todavía un referente para muchos de los integrantes de la vieja guardia del partido, fue muy crítico durante su intervención en la ejecutiva porque cree un error que Zapatero haya desvelado antes de las elecciones locales no intención de no repetir como candidato en 2012. Está convencido de que será imposible poner puertas al mar y que la campaña electoral tendrá que convivir en el PSOE con la continuación del debate de la sucesión, desde ahora sobre los candidatos a sustituir al secretario general. Para demostrarlo fue él mismo quien lo reabrió, al referirse al próximo «enfrentamiento de policías contra soldados», en referencia a los titulares de Interior y Defensa.