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LA MOTORADA MÁS CORTA
La fiesta se vuelve nocturna porque los aficionados han recortado incluso horas al día grandeLos moteros recortaron horas para lanzarse a la fiesta del Gran Premio en la Bahía
Actualizado: GuardarSe hicieron mucho de rogar, pero al fin llegaron. Y llenaron las calles de rugidos y las cajas registradoras de euros. La Motorada portuense vivió sus horas de gloria a partir de la caída de la tarde, cuando todos los moteros que desde por la mañana estaban en el circuito de Jerez presenciando los entrenamientos recorrieron las calles jerezanas o regresaron al centro neurálgico de la Bahía. Como reflejo, el aparcamiento de Pozos Dulces, en el que no cabía ni una moto más a primera hora de la noche.
En las calles de la propia ciudad de Jerez también se hizo de rogar la Motorada, pues hasta bien entrada la tarde de ayer no comenzaron a llegar en masa los aficionados a las dos ruedas desde todos los rincones del mapa. La mañana del sábado estuvo despejada tanto en Jerez como en otros puntos de la provincia, mientras el circuito de velocidad y sus inmediaciones eran un auténtico hervidero de personas que acudían a disfrutar de la prueba deportiva. Eso sí, quienes fueron a la cita del Gran Premio destacaron la agilidad para acceder al trazado, gracias a las mejoras en las infraestructuras acometidas hace ya varias ediciones.
El retraso de la Motorada se explica con la crisis, que ha hecho que los moteros recorten sus días de estancia. Su desembarco fue tardío, frente a aquellos años de bonanza en que la presencia era fuerte a partir del miércoles antes del Gran Premio. Los puntos calientes de la Motorada fueron una vez más la avenida Álvaro Domecq, la avenida de Arcos y la zona de Lola Flores. Distinto fue el panorama en otros lugares como la avenida de Europa, antaño paraíso de 'gymkhanas' ilegales, que esta vez se blindó al tráfico motero. Donde sí se produjeron conatos de estas prácticas fue en la avenida de Blas Infante, según indicaron a este medio fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
La ausencia de incidentes graves fue la tónica del día de fiesta. Los controles policiales se mantuvieron durante toda la jornada en los puntos habituales: inmediaciones del centro comercial El Paseo, en la antigua Nacional IV, entorno del centro comercial Bahía Mar, en la avenida de Europa y Valdelagrana. Este férreo dispositivo de seguridad, surgido a raíz de las malas experiencias de otros años, ha vuelto a crispar los ánimos de los moteros, muchos de los cuales han afirmado sentirse «perseguidos» y «acosados» cuando su única intención es «disfrutar de la fiesta de forma civilizada». Un malestar que para el Ayuntamiento portuense se traduce en alivio y satisfacción ante la práctica ausencia de incidentes. «La normalidad es absoluta, fruto del trabajo bien hecho. Y esperamos que siga siendo así hasta el final de la Motorada, por el bien de todos!. El concejal de Policía Local, Carlos Montero, también aplaudió «el buen comportamiento de muchos moteros».
Y es que quizá fuera por la intimidación de la Policía, pero el hecho fue que solo algunos osaron a quemar rueda y hacer un tímido caballito en la calle Ibisco, cerca de El Paseo y de la salida hacia Jerez. Igual que sucediera en la jornada del viernes, buena parte de los esfuerzos de los agentes se centró en las golosas explanadas del centro comercial Bahía Mar. Punto de encuentro de jóvenes con coches tuneados dispuestos a hacer 'botellón' con la música a todo volumen. Algunos grupos lo intentaron entre las tres y las cuatro de la tarde, pero fueron rápidamente disueltos por agentes llegados en furgones, que registraron varios vehículos y practicaron cacheos a modo disuasorio.
Valdelagrana
En Valdelagrana, otro punto caliente de la Motorada, se notó un descenso de visitantes con respecto al año pasado, que de por sí fue bastante flojo para la hostelería de esta zona, con bastante tirón por la playa. Pero el tiempo no acompañó y el paseo marítimo, como todos los años, se mantuvo cerrado a cal y canto para las motos. Eso sí, los veladores se llenaron. Con respecto al control policial, éste impidió cualquier amago de exhibición en la avenida de la Paz.
Fuentes del Ayuntamiento portuense detallaron que los agentes municipales sólo registraron un accidente por alcance de carácter leve, en el que se vieron involucrados un vehículo y una motocicleta en la plaza Isaac Peral. Precisamente este punto ha sido objeto de una de las pocas medidas de seguridad novedosas: su vallado y vigilancia continua para evitar estacionamientos. El cercado también del paseo de La Victoria, otra iniciativa nueva en este caso para evitar acampadas, también ha sido respetado por los moteros.