Grandes tesoros sobre dos ruedas

Un continuo runruneo es lo que se podía escuchar ayer a las puertas del Circuito de Jerez. Fueron los aficionados y seguidores de los diversos equipos que competirán mañana en las carreras del Gran Premio los que se acercaban a las instalaciones para algo más que para ver los entrenamientos libres de los diversos equipos. Un ejemplo de ello es Juan Carlos Castillo de 39 años, que lleva más de cinco años acudiendo al evento, de viernes a domingo, acompañado de familiares y amigos, aunque las mujeres, según comenta, las dejan en casa. Es un fanático de las motos, por eso mismo su Yamaha Royal Star le acompaña allí donde quiera que va. La cita jerezana se ha convertido una vez más en una simple excusa para poder viajar en moto y pasar unos días sumergidos en el ambiente «más cañero y auténtico».

Otro apasionado del motor es el alicantino Luis Guillén de 41 años, que asegura que su Ducati Multistrada 1.200 de color roja es un modelo muy llamativo y «bastante exclusivo». Suele quedarse de jueves a lunes para disfrutar de las carreras, aunque parece ser que este año «la cosa no está muy animada».

«El tesoro» de Juan Francisco Martín «parece más un coche que una moto»;tiene ABS, airbag incorporado y hasta calefacción, y es que, Martín y su mujer María del Mar Padilla, lo han acondicionado «para que viajar largas horas se convierta en un verdadero placer».

Moisés Montaño, que conduce una impresionante BMW R 1.200 RT de color negra y que lleva más de 11 años visitando las instalaciones por estas fechas, trajo ayer por primera vez a su novia Sonia Rodríguez; «porque nunca es tarde para empezar a relacionarse con el mundo de las motos».