La crisis crea un motero más preparado y creativo
Muchos traen sus propios repuestos y piezas, las pérdidas de las tiendas especializadas rozan el 70%
Actualizado: Guardar¿Afecta la crisis a la motorada? Los establecimientos de El Puerto no tienen duda de ello y además suman las medidas restrictivas (que se incrementan por año) que ha hecho que los motoristas que pisan la ciudad lo hagan cada vez con menor asiduidad y durante menos tiempo. Los que más han notado la caída de los ingresos han sido las tiendas y talleres de motos que durante estos días se preparan para el pico de venta más alto de todo el año, aunque por temporada llega a menos altura.
Para hacerse una idea hay que irse a las cifras y son claras ya que de un año a otro oscilan en el 60% e incluso 70% de bajada de clientes. Entonces surge otra duda: ¿Cuesta mucho prepararse para la motorada? Como en la mayoría de aspectos de la vida, todo depende y está claro que si no se cuenta con nada, ni siquiera lo más esencial que es una moto, el precio puede variar entre los 8.000 y los 12.000 euros y es que a parte de las necesidades de la máquina está la vestimenta. «A los motoristas como a los surfistas les gusta vestirse de marca y siempre deciden entre dos o tres». Henry Albajara, uno de los responsables de la tienda Euromoto, ha vivido ya varios grandes premios en un lugar privilegiado al ser la primera tienda que se ve a su entrada desde Cádiz. «Hemos vivido mucho de reparaciones y es curioso que cada año se van a gente que traen ya sus repuestos como embragues o ruedas para hacer ellos los trabajos o abaratarlos».
A la hora de comprar hay siempre pequeños detalles a tener en cuenta y de los que depende que el presupuesto se dispare o no. Por ejemplo la piel es mejor que las prendas de cordura ya que restan abrasión, pero por supuesto son muchos más caras. Mientras que un traje completo de piel cuesta unos 700 euros, por 300 se puede tener los pantalones y la chaqueta de tela. En cuanto al casco, es mejor invertir en uno de fibra de vidrio o de carbono porque los de policarbonato tienen que cambiarse tras pasar un tiempo al deteriorarse el plástico. Esto hace que los precios vayan de los 150 a los 400 euros.