El PSOE aguarda una señal de Zapatero sobre su futuro político
El líder socialista insiste en que tiene una decisión tomada, pero parece improbable que la anuncie hoy ante el Comité Federal
MADRID.Actualizado:José Luis Rodríguez Zapatero ya tiene una decisión tomada sobre su futuro y el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, la conoce. Hasta ahí llegan importantes miembros del PSOE y del Gobierno. Si está dispuesto a compartirla hoy con el resto del partido es otro cantar. «Veremos», dice escuetamente uno de los hombres mejor situados en el tablero de ajedrez de la sucesión.
El Comité Federal de hoy promete ser uno de los más concurridos de los últimos tiempos. Asistirán incluso aquellos que no suelen prodigarse mucho como el expresidente castellano-manchego, José Bono, o el líder de los socialistas catalanes, José Montilla. Nadie quiere perderse el encuentro por si acaso, pero es imposible dar con alguien que se atreva a dar por seguro que vaya a haber noticia, más allá, quizá, de una fecha orientativa sobre el momento a partir del cual se desencadenarán los acontecimientos.
En pocas ocasiones el partido se ha mostrado tan abiertamente desconcertado sobre las intenciones de su jefe de filas como ahora. El propio número dos del Ejecutivo rehusó participar en una porra con los periodistas que cubren la información del Gobierno en la que se apostaba hasta dónde llegará Zapatero en su intervención ante los notables del partido. No adujo que él ganaría de calle -según fuentes muy cercanas a Rubalcaba, él sí sabe «a qué juega» el secretario general del PSOE-; lo que dijo fue: «No me atrevo», porque la incógnita sigue estando en el cuándo.
En la Moncloa hay quien asegura que lo más que cabe esperar es «una señal» y que dada la situación económica e internacional «no es momento» para introducir un elemento desestabilizador en la vida política con un anuncio que, como ya se ha visto antes incluso de que el presidente del Gobierno haya abierto la boca, pondrá al PSOE patas arriba y desviará la atención de sus dirigentes de los problemas del país a los problemas del partido. Las mismas fuentes sostienen que este análisis nada tiene que ver con que el presidente del Santander, Emilio Botín, recomendara el pasado sábado a Zapatero en su reunión con los empresarios que aparcara el tema de la sucesión, sino con el sentido común.
Primera batalla
El caso es que el Comité Federal se ha convertido ya en el escenario de la primera batalla, siquiera simbólica, entre los partidarios de Rubalcaba, que a estas alturas del debate creían conveniente zanjar ya la cuestión, y los que, temerosos de ser arrinconados en una maniobra de José Blanco para hacer y deshace según su criterio -entre ellos muchos de los que formaron parte del movimiento Nueva Vía que aupó a Zapatero a la secretaría general-, preferían postergar el momento definitivo a fin de tener tiempo para armar una estrategia alternativa. En esas están, por ejemplo, la ministra de Defensa, Carme Chacón, o el exministro de Justicia y hoy portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar.
Muchos de los dirigentes territoriales que estaban en la 'operación Rubalcaba' -vista con buenos ojos por el lehendakari vasco, Patxi López; el extremeño Guillermo Fernández Vara; o los líderes de federaciones como la de Castilla y León, Valencia, Murcia...- defienden que ellos nunca quisieron que este debate se abriera tan pronto. «Pero una vez que existe -sostiene uno de ellos- lo mejor es que se cierre cuanto antes».
La duda es qué se entiende por «cerrar». Zapatero puede decir y callar muchas cosas y de sus palabras y sus silencios dependerá el que unos u otros se sientan victoriosos. «Puede anunciar que no va a ser candidato y poner una fecha para que el partido arranque el proceso de designación o puede decir que no quiere que se hable más sobre el tema y que resolverá la incógnita en un momento determinado... hay muchas opciones, pero no todas cierran el debate», insiste este barón.
Lo que prácticamente descarta todo el mundo es que el líder del PSOE esté por la labor de designar un delfín y convocar ya, antes de las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo, unas primarias.
Es probable, según diversas fuentes, que su discurso se centre en la necesidad de culminar el proceso de reformas económicas y pida a los suyos que se esfuercen por explicar todas las medidas que se han tomado hasta ahora, como ha hecho en citas anteriores.
«Ahora -dice uno de esos dirigentes y diputados de la mayoría que se sitúa en tierra de nadie y abomina de la idea de caer en una guerra interna por el poder- lo que hace falta es cohesión en torno a la gestión del Gobierno». La suerte, para unos y otros, está echada.