'Multikultis' y pequeños burgueses

Muhteram Aras nació hace 45 años en un pueblo sin luz ni agua en Anatoli: solo había una escuela para todos los niños. Con 12 años llegó a Baden Wüttemberg, donde su padre había encontrado trabajo. «Ni sabía dónde estaban los baños en la escuela y tampoco podía preguntar a mis compañeros. No hablaba una palabra de alemán», confiesa la nueva diputada ecologista. El domingo pasado, Muhteran, dueña de un despacho de asesoría fiscal en Stuttgart, se convirtió en una figura simbólica de la exitosa política de integración que han impulsado Los Verdes, el partido en el que milita desde hace 20 años. La mujer, nacida en Turquía y de religión musulmana, obtuvo un 42,5% de los votos, el mejor resultado personal en todo el land. Su éxito es también del eurodiputado Cem Ozdemir, copresidente del partido junto a Claudia Roth, hijo de inmigrantes turcos y miembro del partido ecologista desde 1981, un éxito que tiene que ver con que sus miembros han mamado desde las bases los enfoques progresistas del partido: igualdad participativa y de género, apertura a la inmigración, rechazo al culto de la personalidad y trabajo en equipo. La formación cuenta con unos 50.000 militantes y un ejército de simpatizantes que aumenta o disminuye gracias a los fracasos o éxitos de los partidos tradicionales. Los militantes de Los Verdes son jóvenes (el 12,6 % menores de 30 años), muchos mujeres (37%) y están orgullosos de contar con el mayor porcentaje de licenciados en sus filas: el 58 % han terminado sus estudios universitarios.