Otra huelga en el horizonte
Las deudas a los futbolistas ascienden a unos 250 millones y apenas un 15% de los clubes están al corriente de pago La AFE avisa de que la próxima Liga no empezará si los clubes no garantizan sus salarios
Actualizado:El equilibrio en el fútbol se ha convertido en una quimera. Solo un día después de que la juez Purificación Pujol abortase el cierre patronal anunciado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para el próximo fin de semana, ya se atisba otra huelga en el horizonte. Según puso de relieve ayer el presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Luis Rubiales, el arranque del próximo curso corre serio peligro si los clubes no saldan sus deudas con los jugadores.
Rubiales hizo un llamamiento «desesperado» a todas las instituciones para que analicen la gravísima situación económica de buena parte de los clubes y advirtió de que, en caso de continuar así, alberga «dudas de que pueda empezar la próxima temporada». «Es casi un SOS a todas las instituciones, a la Liga, la Federación, a nosotros mismos, Gobierno, partidos políticos.O arreglamos esto o no sé si se podrá continuar», sentenció. El presidente del sindicato considera muy difícil poderles decir a más de 200 jugadores con dificultades que no cobren pero sigan jugando.
La AFE puso el grito en el cielo tras visitar a la plantilla del Rayo Vallecano, que decidió dar marcha atrás, no encerrarse y jugar el próximo fin de semana en Valladolid para intentar mantener el liderato. La familia Ruiz-Mateos les da largas, solo les ha abonado el salario de tres semanas de trabajo en siete meses y hay jugadores en situación límite. Rubiales declinó analizar las «situaciones personales» de esos futbolistas para no hacer «demagogia», pero sí garantizó que «están haciendo de tripas corazón y no tiene nombre la situación que aguantan». Y anticipó que el caso del Rayo lo pueden sufrir más equipos, entre ellos el Recreativo o el Betis. «¡Qué hay más digno que reclamar lo que es tuyo!», espetó el presidente de la AFE.
«Mano tendida»
Según fuentes próximas al sindicato, las deudas de los clubes profesionales ascienden a unos 250 millones de euros brutos. Además, tal y como avanzó Punto Radio en la noche del miércoles, solo cinco de los 42 clubes profesionales están al corriente de pago con los jugadores. Real Madrid, Barcelona y Getafe, en Primera, aunque el Villarreal también está en camino, y Numancia y Huesca, en la Liga Adelante. Una «situación límite» que exige dejar de poner «paños calientes».
La AFE deja claro que no se trata de amenazas, ni de plantes, sino de un mensaje inequívoco y rotundo para sentarse a dialogar y estudiar el problema con tranquilidad de aquí al verano. «Los futbolistas no estamos dispuestos a montar un follón cada seis meses. Esto hay que arreglarlo como personas y ahora es el momento idóneo si no queremos que el fútbol acabe en un caos».
Rubiales «tiende la mano» y confía en que sean capaces entre todos de hallar una solución y dejar de lado «los complejos de que somos latinos, somos así y es nuestra cultura».
Puestos a buscar algún remedio, la AFE reclama que el Gobierno consiga algunas «garantías» de los clubes. «No puede ser que haya una generación de dinero grandísima en el fútbol y lo primero que no esté garantizada es la competición». En esta línea, insistió en que no se puede consentir que haya capacidad de ingresar 'cash' y a los jugadores no se les respeten los contratos firmados. «No es moral ni ético que el dinero que llega no se reparta entre ellos. Tiene valor el esfuerzo de mis colegas pero no se trata de crear héroes sino de buscar una situación de seguridad antes de que empiece la Liga». En esta línea, el propio secretario de Estado para el Deporte saliente, Jaime Lissavetzky, reclamó ayer al fútbol que sea capaz de arreglar sus asuntos sin necesidad de que intervengan los tribunales.
Poco ha cambiado la situación que animó a la AFE a convocar un paro meses atrás. Una huelga que precisamente la LFP consideró inviable porque no se podía modificar el calendario pacíficamente acordado y trasladar el final de temporada a mediados de junio. La misma patronal que luego convocó un paro para el próximo fin de semana porque rechaza el partido en abierto de los sábados y quiere más dinero procedente de las quinielas y las apuestas 'on-line'.