Diez historias de una expropiación
Los vecinos de la manzana de Montañeses de La Isla volvieron a reunirse para analizar su situación tras la sentencia favorable del TSJALos afectados por la obra del tranvía en San Fernando esperan que la Junta dé ahora el primer paso
SAN FERNANDO.Actualizado:La primera historia que a todos les viene a la cabeza es la de David y Goliath. El pequeño que consigue derrotar al gigante. Siempre se evoca a la victoria y todo lo bueno que le trajo ese triunfo. Sin embargo, nadie cuenta nada de lo que sintió David cuando vio que esa mole se le echaba encima. Comentan el valor, pero no el sufrimiento de sentirse solo, sin armadura, mientras que retumban los pasos de unos pies enormes cada vez más cercanos.
Unos sentimientos que conoce bien Joaquín Moreno, el último vecino de Montañeses de La Isla, que decidió plantarle cara a Obras Públicas por defender su casa frente al paso del tranvía. Ahora la Justicia le ha dado la razón y un auto del Tribunal Superior de la Justicia de Andalucía (TSJA) suspende provisionalmente los trabajos de la actuación y por ello ha conseguido darle la vuelta a la tortilla. Para solucionar este problema lo más sencillo es negociar para que retire la denuncia tras llegar a un acuerdo que contente a todos. «A mí ya me lo quitaron todo y mi mujer se ha quedado en el camino, una mujer enferma a la que le quitaron su casa. Era una injusticia lo que estaban haciendo conmigo y ahora me han dado la razón». A pesar de tener motivos para alegrarse, a 'Quilín', como le conocen sus amigos, le cuesta articular palabra porque recuerda el momento en el que le pusieron las vallas frente a su puerta, el día que se la tapiaron y el que fueron a decirle que tendría que pagar todos los retrasos y las consecuencias de su empecinamiento. «Lo he pasado muy mal y eso no tiene precio. Ahora lo que de verdad quiero no me lo pueden dar, ni mi mujer ni mi casa».
Pero como él hay otras nueve historias de una expropiación que no se realizó mediante los cauces apropiados por un defecto de forma en la tramitación del proyecto. Ayer se reunieron todos para analizar su situación. Finalmente pedirán daños y perjuicios y eliminan cualquier intención de recuperar lo perdido. Lo harán por las buenas o de nuevo acudiendo a los tribunales, aunque esperan que la Junta dé el primer paso.
«Lo que de verdad tengo ganas es de presentarme allí para mirar a todos y echarle en cara lo que nos han ido diciendo a lo largo de este tiempo, todas las amenazas que hemos sufrido, las medidas de presión, todo lo recuerdo con nitidez y lo tengo marcado con fuego», aseguró José Tomás Sestelo que tenía un freidor en la zona.
Sus caras eran muy distintas a hace cinco meses cuando no contaban con ningún respaldo, cuando la gente «nos llamaban locos porque no creían que fuéramos a llegar a ningún lado». Cinco viviendas y cinco negocios no dejaron que los acontecimientos derribaran la esperanza. «Vuelvo a creer en la Justicia y desde luego estoy muy contento por esta resolución. Tengo fe en Dios y al fin se ve algo de luz en este calvario», expuso Francisco Cruz, que regentaba un protésico dental.
Aún así no cesan en su lucha y siguen con sus reivindicaciones. Incluso esperan lograr apoyos para realizar una concentración debido a que en el lugar se mantienen las vallas con el perjuicio para los locales que se encuentran en esa zona. Un lugar que ya es conocido en todo San Fernando y que para diez personas está lleno de recuerdos.