«España no se merece que le mientan»
El vicepresidente denuncia en el Congreso que el PP solo cree la «bazofia» de los terroristas si perjudica al Gobierno Los populares acorralan a Rubalcaba por las actas de ETA y le exigen que pida perdón y se marche
MADRID.Actualizado:Alfredo Pérez Rubalcaba denunció ayer en el Congreso que el PP ha transformado ahora las actas de ETA sobre el proceso de paz en «un dogma de fe», cuando hasta que han aparecido estos documentos siempre ha definido a la organización terrorista como una banda de mentirosos. El cambio obedece, según el vicepresidente, a que el partido opositor piensa que ahora «estos documentos pueden perjudicar al Gobierno».
Las actas de ETA, el chivatazo policial y la política antiterrorista se convirtieron en el eje de la sesión de control al Gobierno y el duro mano a mano entre Rubalcaba y el popular Ignacio Gil Lázaro, el diputado que cada miércoles desde hace un año interroga al ministro del Interior por el 'caso Faisán', eclipsó incluso el pulso entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Gil Lázaro, quien admitió llevar horas «en capilla» para prepararse psicológicamente para sus cinco minutos de objetivo de focos y cámaras, ignoró las críticas del vicepresidente, al que acusó de connivencia con ETA, y aseguró que «la ignominia» contenida en las actas ha colocado a Rubalcaba «contra las cuerdas». Como colofón, exigió al interpelado que «diga la verdad de una vez por todas, pida perdón a los españoles y márchese a casa».
Rubalcaba está convencido de que el escándalo político desatado por las revelaciones sobre la tregua de 2006 se reduce a que el PP cree haber dado con la tecla para apuntillar al Gobierno y acabar con su carrera política. Destacó que los populares, «por interés» electoral, son el único grupo parlamentario que da crédito a los documentos etarras y que, por eso, han decidido sumar al «arsenal de insidias» que cada semana traen al hemiciclo por el 'caso Faisán' «la bazofia de ETA». El vicepresidente cree que lo peor de la estrategia es que, además, lo hacen aunque «saben perfectamente que son documentos llenos de mentiras, omisiones y manipulaciones».
«Apretad más»
Para el titular de Interior, la prueba de la inconsistencia de las actas y lo que demuestra que el Ejecutivo nunca ordenó el chivatazo ni frenar las detenciones durante la tregua está en un elemento de la investigación judicial del 'caso Faisán', las declaraciones de los mandos policiales. Desveló que Pablo Ruz, el juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso, citó a declarar a los máximos responsables antiterroristas de las Policías francesa y española, la Guardia Civil y la Ertzaintza, a los que preguntó si el Gobierno mandó «parar» la presión sobre ETA durante la tregua. «No, justamente lo contrario, apretad más que nunca», fue, según Rubalcaba, su respuesta. «¿Sabe por qué? Porque es lo que les dije yo, eso y solo eso», añadió el ministro.
El vicepresidente acabó la argumentación, entre aplausos de la bancada socialista, con un reto a Gil Lázaro: «Y ahora márchese a esas televisiones de extrema derecha y dígales que la Policía española, la Guardia Civil, la Ertzaintza y la Policía francesa han ido al juez a mentir para salvar la cara a este Gobierno y a este ministro. Dígaselo si se atreve».
El diputado popular insistió en reclamar la cabeza política de Rubalcaba porque «sigue estando donde siempre ha estado, en la manipulación y en el engaño», y porque «España no se merece que alguien como usted se atrinchere en la mentira». Gil Lázaro argumentó que el PP da fiabilidad a la palabra de ETA igual que lo hizo el PSOE con los atentados del 11-M y añadió que «los españoles tienen derecho a saber si el Gobierno (durante la tregua) les mintió y transgredió la ley».
El parlamentario tiró de actas y detalló las respuestas que reclama su partido al vicepresidente. «Diga si es cierto o no que trataron de evitar las detenciones del 19 de junio (bar Faisán), si pidieron excusas por ellas, si dijeron compartir la irritación de la banda, si dieron órdenes para que no hubiera más detenciones, si ocultaron cartas de extorsión, si ofrecieron a ETA dinero de todos los españoles, si hicieron cambios 'ad hoc' en el Gobierno y en la Fiscalía, si dijeron que había que tapar el discurso real del fin del proceso porque el acuerdo político era posible», exigió.