Economia

El Banco de España enfría las expectativas sobre el crecimiento

Mantiene en el 0,8% el avance del PIB, limita al 1,5% el de 2012 y advierte del riesgo de que sus proyecciones sean en exceso positivas

MADRID. Actualizado: Guardar
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La recuperación de la actividad y del mercado de trabajo va más lenta de los cálculos del Gobierno, en opinión del Banco de España. El Producto Interior Bruto crecerá este año el 0,8%, medio punto menos que las estimaciones oficiales, y en 2012 la economía española registrará un avance del 1,5%, un punto por debajo de la proyección que el Ejecutivo mantiene vigente.

La creación de empleo neto arrancará en el segundo semestre de este año, pero la tasa de paro «solo empezará a reducirse levemente en 2012» porque, «en ausencia de medidas adicionales en el mercado de trabajo», solo entonces la oferta podrá compensar el aumento de la población activa. La cifra de puestos de trabajo equivalentes -cada ocho horas de actividad se computan como un empleo- todavía registrará un descenso del 0,6% este año, mientras la tasa de paro se alzará al 20,7% de la población activa en el actual ejercicio.

Las incertidumbres que amenazan la marcha de la economía conducen al Banco de España a desviar ligeramente al alza la proyección de déficit para este año. Lo eleva al 6,2%, dos décimas por encima de los propósitos del Ejecutivo, y atribuye la diferencia al menor crecimiento. Pero también opina que los números rojos serán equivalentes al 5,2% del PIB en 2012, frente al 4,4% del objetivo oficial. Los autores atribuyen la diferencia al efecto arrastre derivado de las diferencias de este año y a la ausencia de información sobre los planes de gasto.

Ante el pleno del Congreso, al que acudió para explicar las conclusiones del último Consejo Europeo, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero reconoció que el ajuste «ralentiza el crecimiento», pero lo consideró necesario por entender que si España no se hubiera apretado el cinturón, no podríamos pensar en términos de expansión, porque habríamos tenido que afrontar una quiebra.

Admitió Zapatero que el avance de la economía se producirá «con lentitud», y el mercado laboral tardará en recuperarse. Pero también dijo percibir que la economía «tiene ganas de crecer» y adelantó que el avance del primer trimestre de este año será algo superior al de la recta final de 2010, cuando el PIB aumentó un 0,2% intertrimestral.

Cautelas

El Banco de España aconseja cautela. Tiene a gala publicar sus previsiones solo una vez al año, en el arranque de la primavera, y esta vez avisa del riesgo de que su valoración resulte excesivamente optimista. Varios factores pueden hacer que el ritmo de expansión sea más moderado. Si el encarecimiento de la energía prosigue, la inflación mantendrá su escalada, y acabará por afectar al consumo, la producción y el empleo. La evolución de los mercados financieros podría estrangular el crédito y, pese a la reacción de las autoridades europeas y nacionales, «no puede descartarse un recrudecimiento de la crisis de la deuda».

A favor de las tesis del Ejecutivo juegan los errores del Banco de España. 2010 fue menos malo de lo previsto hace doce meses por el regulador, que entonces cifró la caída del PIB en cuatro décimas y el descenso resultó ser del 0,1%, acorde con la estimación del Gobierno. Pero una y otra autoridad no están para apuestas: cuando el Banco de España realizó el pronóstico -que mantiene- de un crecimiento del 0,8% para 2011, el departamento de Elena Salgado defendía un avance del 1,8% este año, luego recortado hasta el 1,3%, que se mantiene.

El crecimiento del 0,8% de este año -explica el instituto emisor- se basa en un modesto avance del consumo privado. La renta disponible de las familias se va a reducir en términos reales por segundo ejercicio consecutivo, mientras el elevado endeudamiento se resentirá de la previsible subida de los tipos de interés anunciada por el BCE.