Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
revueltas en los países árabes

Asad achaca las protestas a una «conspiración extranjera»

El presidente sirio rompe su silencio desde que estallaron las protestas y asegura que las reformas políticas no son prioritarias

EFE
DAMASCOActualizado:

El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha roto el silencio que mantenía desde que estallaron las protestas y ha declarado ante el Parlamento que su Gobierno está "contra la conspiración y a favor de las reformas". También ha denunciado que el objetivo de los conspiradores es debilitar "el último fuerte fronterizo del mundo árabe".

"Si hay reformistas, los apoyaremos", ha señalado. Asad ha admitido que "no todos los manifestantes que han salido a las calles son conspiradores", aunque ha advertido de que su Gobierno puede aceptar las "demandas del pueblo" pero no puede apoyar "el caos". El discurso se ha visto interrumpido en varias ocasiones las declamaciones de apoyo de algunos de los parlamentarios, que han gritado lemas como '¡Solo Dios, solo Siria y solo Bachar' o 'Nuestras almas, nuestra sangre se sacrificará por ti, Bachar'.

El mandatario ha asegurado que las reformas políticas no son prioritarias y ha matizado que no pueden estar ligadas a razones temporales o por el clima de revueltas en la región. Temas como la derogación del estado de emergencia, vigente desde 1963, o la formación de nuevos partidos políticos tiene menos preferencia que la preservación de la estabilidad y "la salud de los niños".

En un discurso a la nación que había generado grandes expectativas y que ha defraudado, Al Asad ha declarado que la población de Deraa (en el sur del país), epicentro de las revueltas, "contendrá a cierta minoría que ha intentado sembrar el caos" y ha asegurado que ha impartido "órdenes muy claras" a las fuerzas de seguridad para que "no causen daño a los ciudadanos sirios" durante las protestas.

Asad rompe el silencio

Según el presidente, la población de Deraa y de todo el país, a la que ha calificado de "nacionalista", no aceptará una "conspiración" que cuenta con ayudas en el extranjero y comenzó "hace semanas a través de los canales de televisión por satélite". Estos "conspiradores", denunciaba, han intentado reforzar las diferencias sectarias para incitar al odio y "hundir Siria". "Es importante que se reconozca la diferencia entre las necesidades y las reformas beneficiosas para el pueblo y la malicia de los conspiradores", manifestaba. En todo caso, ha asegurado Al Asad, el país ya inició "un proceso gradual de reformas hace diez años".

"Pertenezco al pueblo sirio y quien pertenece al pueblo sirio siempre mantendrá la cabeza alta", aseveraba el mandatario. "Sé que el pueblo sirio ha estado esperando este discurso desde la semana pasada, pero estaba esperando a tener una perspectiva amplia a fin de evitar una postura más emotiva que hubiera sido más fácil para el pueblo pero no tendría un efecto real en un momento en que nuestros enemigos han decidido atacar a Siria", ha declarado.

El presidente sirio se ha dirigido por primera vez a la nación desde el estallido el pasado día 18 de unas protestas en favor de la introducción de reformas democráticas en las que han muerto más de cien personas. La intervención de Bachar al Asad tiene lugar tras la introducción de varias reformas para intentar frenar las protestas, como la puesta en libertad de presos políticos, el incremento de los sueldos de los funcionarios o la reducción de los impuestos sobre la renta.

Gritos de libertad en las calles

Nada más terminar el discurso de Asad, cientos de manifestantes se han echado a las calles de la ciudad costera de Latakia pidiendo "libertad". Varios residentes han dicho haber escuchado disparos en el distrito de Al Sleibeh de la ciudad, donde se han producido protestas; las fuerzas de seguridad se enfrentaban a los manifestantes.

En los últimos días, más de cien personas, incluidas decenas de activistas de la oposición, han muerto en Siria por una serie de protestas públicas exigiendo reformas políticas, según datos de organismos humanitarios y fuentes de la oposición. El régimen de Damasco, que sostiene que los muertos son una treintena, acusa a manos extranjeras no identificadas de fomentar estas protestas para crear una inestabilidad que ha afectado en las últimas semanas a otros países de la región.