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ESPAÑA

El PP apela a las actas para acosar a Rubalcaba

Mariano Rajoy exige a Rodríguez Zapatero que dé explicaciones en el Congreso si no lo hace el número dos del Ejecutivo

RAMÓN GORRIARÁN
MADRID.Actualizado:

Mariano Rajoy y el PP creen haber encontrado la vía para colocar contra las cuerdas a Alfredo Pérez Rubalcaba, y por elevación rematar a José Luis Rodríguez Zapatero, con las últimas revelaciones sobre el chivatazo a ETA y los contactos del Gobierno con la organización terrorista en la tregua de 2006. El líder de la oposición corroboró la petición de su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, para que el vicepresidente y ministro del Interior se explique en la Cámara baja, y de no ser así que sea el presidente del Gobierno, «que para eso lo es», quien rinda cuentas de esos comportamientos «bochornosos».

El partido opositor daba casi por amortizado a Zapatero para las elecciones generales de 2012, y de repente se ha encontrado con la posibilidad de que su posible delfín esté en la misma situación. Rajoy se había mostrado cauto hasta el momento al hablar del chivatazo a ETA, labor que dejaba para sus diputados, y prefería soslayar las divergencias de la legislatura pasada en la lucha antiterrorista para poner en valor la sintonía actual. Pero las informaciones sobre el supuesto tira y afloja entre los enviados del Ejecutivo socialista y de los terroristas acerca del chivatazo a ETA en el bar Faisán, y los presuntos contactos entre ambas partes tras el atentado de la T-4 de Barajas pusieron punto final a su cautela.

Tanto Rajoy como el PP no mostraron la menor duda sobre la veracidad de las actas de ETA que recogen las discusiones sobre el soplo al aparato de extorsión de los terroristas en mayo de 2006 ni sobre los informes de las reuniones mantenidas por representantes gubernamentales con miembros de la organización terrorista entre noviembre de 2005 y mayo de 2007.

El líder de la oposición sostuvo que esas revelaciones evidencian que el Gobierno de Zapatero «ha engañado no solo al PP sino a todos los españoles» porque demuestran que hubo una negociación, extremo negado siempre por el Ejecutivo socialista, que a lo sumo habló de contactos y conversaciones.

Rajoy comentó en Marbella, donde presidió una reunión de la dirección del PP de esa localidad, que es razonable que «una mayoría de los españoles» piense que el Gobierno actuó «al margen de la ley» en la anterior tregua y, por tanto, tiene «la obligación» de dar explicaciones en el Parlamento. El que primero debe acudir al Congreso, según el presidente del PP, es Rubalcaba, pero si no lo hace «tendrá que responder el presidente del Gobierno» porque con los terroristas «no se negocia».

Recordó que durante el debate sobre el estado de la Nación de 2007 emplazó a Zapatero a que dijera «la verdad» sobre las conversaciones con ETA tras el atentado en la T-4 y avisó al presidente que «más tarde o más temprano» se sabría qué pasó. «Y aquí está para bochorno del Gobierno de España», remató. El líder de los populares, además, aprovechó para sacarse una espina que tiene muy clavada, la frase de Rubalcaba la víspera de las elecciones de 2004, las que perdió contra pronóstico frente a Zapatero, a propósito de los atentados del 11 de marzo, y se la devolvió: «Los españoles se merecen un gobierno que no les mienta».

Explicación y dimisión

Rajoy complementó así la labor que desarrollaba la portavoz del grupo popular en el Congreso, quien exigió al vicepresidente dos cosas: explicaciones en el Parlamento y después que dimita por «vulnerar el estado de derecho y mentir».Soraya Sáenz de Santamaría reclamó a Rubalcaba que aclare qué paso en el bar Faisán, donde tenía su sede el aparato de extorsión, y por qué, y qué negoció durante la tregua.

La dirigente del PP dejó caer que el comportamiento en la legislatura anterior del responsable de la lucha contra ETA y su negativa a aclarar ahora algunos hechos que ocurrieron entonces pone en peligro la unidad antiterrorista. Consideró que el ministro está invalidado para ser el interlocutor de la oposición porque está «muy tocado» ya que su responsabilidad política en el chivatazo es «directa».

Describió la situación del ministro como «complicada» porque «todas las piezas del puzzle van encajando y la imagen que aparece es su cara». «Todo nos lleva al mismo sitió», resumió. «Rubalcaba tiene que dimitir tanto si no se explica como después de explicarse».