Los pagos a las comunidades autónomas hunden un 43,5% el superávit del Estado
Las cuentas públicas atesoran entre enero y febrero 1.900 millones de saldo positivo, frente a 3.366 millones en el mismo período de 2010
MADRID. Actualizado: GuardarYa nada es lo que era en la economía española. Ni siquiera el holgado superávit de las cuentas del Estado a comienzos de año. En el período enero-febrero de 2011 ese saldo positivo se hundió un 43,5%, hasta 1.900 millones de euros (el 0,18% del PIB), frente a los 3.366 millones del mismo período de 2010 (0,32% del PIB). El motivo principal del desplome es el nuevo sistema de financiación autonómica, según explicó el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, ante la comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados. Ocaña se esforzó en dejar claro que el resultado de los dos primeros meses es poco representativo de lo que puede ser la evolución de las cuentas públicas a lo largo del año. «Son meses muy poco significativos desde el lado del gasto» y «la mayoría de los ingresos aún no se han producido», recalcó al inicio de su intervención. La evolución de 2010 confirma su tesis: el Estado cerró su balance con un déficit del 4,7% del PIB, pese a exhibir, a estas alturas del año, el superávit de 3.366 millones citado.
Este año la aplicación en todo el ejercicio del nuevo sistema de financiación autonómica -que otorga a las comunidades una mayor participación en los ingresos impositivos- complica las comparaciones. El modelo se aprobó en diciembre de 2009 y los anticipos a cuenta en 2010 no comenzaron a pagarse hasta marzo. Este año, por el contrario, «se han empezado a pagar en enero», y eso se ha notado en el saldo. El Gobierno sostiene que, de no haber entrado en vigor el nuevo marco ni haberse producido «cierto adelanto en la ejecución», el excedente acumulado en los dos primeros meses habría superado en 600 millones al del año pasado.
El balance de las cuentas estatales hasta febrero es resultado de unos ingresos no financieros acumulados de 24.509 millones de euros, frente a unos gastos de 22.609 millones en el mismo período.
En términos de caja, metodología contable que anota los ingresos y gastos en el momento en el que se hacen efectivos y no cuando se comprometen, la Administración central registró hasta febrero un déficit de 5.582 millones de euros, inferior al saldo negativo de 7.759 millones del año pasado en esas fechas. Al analizar estas cifras conviene tener en cuenta que el gasto del año en curso prácticamente no ha empezado a ejecutarse y gran parte de los pagos realizados se derivan del ejercicio anterior.
Menos ingresos
Hasta febrero, los ingresos totales fueron de 35.233 millones de euros, un 0,7% menos que en 2010. La recaudación de impuestos -que suponen el 95% de las entradas- cayó en la misma medida, hasta 33.525 millones. Hay dos factores que explican esa evolución. El distinto calendario de los vencimientos de la deuda pública respecto del año pasado, que tuvo como consecuencia unos ingresos netos inferiores en 1.041 millones a los registrados en 2010 por las menores retenciones aplicadas, y el fuerte ritmo de realización de las devoluciones.
El Estado recaudó por impuestos directos 16.194 millones, un 5,7% menos interanual, debido al menor volumen de retenciones en el Impuesto de la Renta de no Residentes y el Impuesto de Sociedades. El IRPF aportó 15.129 millones, un 2,9% más interanual, a consecuencia de los mayores ingresos por retenciones por la supresión parcial de la deducción de 400 euros.
Los tributos indirectos ingresaron 17.331 millones, un 4,5% más que el ejercicio precedente, por el empuje del IVA, cuya recaudación subió un 6,6%, hasta 13.689 millones, por la subida de tipos que entró en vigor el 1 de julio. Los ingresos por impuestos especiales cayeron un 4,4%, hasta 3.132 millones, con descensos respectivos del 2,4% y del 9% en los tributos que gravan los hidrocarburos y el tabaco.