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Un usuario sufrió ayer una indisposición en un autobús repleto de viajeros de la plaza Esteve. :: EVA LINDBERG
Jerez

Urbanos Amarillos podría tirar la toalla del transporte seis meses después de asumirlo

La plantilla de los autobuses inició ayer una nueva huelga por los impagos de la nómina, y el Ayuntamiento dice que ha hecho el ingreso

MARÍA JOSÉ PACHECO
JEREZ.Actualizado:

A las 6.00 de la mañana de ayer dio comienzo la enésima huelga del transporte público de Jerez, la segunda en menos de dos meses, unos paros que ha convocado la plantilla de la empresa Urbanos Amarillos hasta el día 15 de abril por el impago de la nómina de febrero, los anticipos de marzo y la paga extra de beneficios.

Según explicaba ayer el presidente del comité de empresa de Urbanos Amarillos, José María Romero, «la situación es insostenible, ya que en la casa de cada empleado faltan ya 8.000 euros entre lo que dejó a deber Cojetusa y lo que no se está pagando ahora, y ya solo nos queda la protesta». No en vano, tal como recordaban ayer desde la representación sindical, los retrasos en los pagos a la plantilla hace años que son continuos, y no solo con la anterior concesionaria, ya que desde que en noviembre desembarcó en Jerez Urbanos Amarillos solo han cobrado a tiempo las nóminas de diciembre y enero.

La situación es tan extrema solo unos pocos meses después de que la nueva empresa se hiciera con la concesión (el desembarco fue en noviembre) que algunas voces ya han empezado a dudar de que finalmente Urbanos Amarillos vaya a firmar la concesión definitiva.

En este punto, desde el comité de empresa alertaron ayer de que pese a que se aprobó la concesión para los próximos 15 años para Urbanos Amarillos, «la empresa no ha firmado y ya nos ha confirmado que no lo hará si no tienen un aval de Diputación de que habrá garantías de pago». Y es que, según las mismas fuentes, desde que en noviembre se hiciera con el servicio que antes estaba en manos de Cojetusa, esta concesionaria apenas ha recibido pequeños abonos del Consistorio, por lo que a estas alturas la deuda acumulada en seis meses ronda los tres millones de euros.

En esta tesitura, y pese a que ya han hecho algún desembolso para adquirir nuevos vehículos, los trabajadores ya no tienen claro que llegado el 12 de mayo sea ésta la empresa que siga gestionando el transporte urbano en Jerez.

Con la misma preocupación se expresó ayer la presidenta del PP de Jerez, María José García-Pelayo, quien recordó precisamente que la firma del convenio está pendiente, así como la obligación por parte del Ayuntamiento de prestar este servicio. Por eso, «si la empresa se marcha el gobierno tendrá que municipalizar el transporte, con lo que eso conlleva para las arcas municipales», alertó.

A la espera de acontecimientos, la plantilla culminó ayer la primera jornada de huelga de 24 horas, durante la cual solo funcionaron los servicios mínimos de un vehículo por cada una de las 16 líneas, una situación que se repetirá hasta que se paguen los sueldos.

En este sentido, en el curso de la jornada, la propia alcaldesa, Pilar Sánchez, había explicado a los periodistas que a primera hora de la mañana el Consistorio había abonado a la empresa la cantidad necesaria para las nóminas, una información que ratificó horas más tarde con un comunicado de prensa.

Sin embargo, y a pesar de que la nota municipal apuntaba que a lo largo del día «la empresa ha empezado a hacer efectivo los salarios de los empleados», desde el comité negaron anoche esos abonos y llegaron a afirmar que «la dirección no nos ha informado en ningún momento de que haya llegado el dinero del Ayuntamiento». En la misma línea, y ante el mensaje del gobierno local de que «ya no hay motivo para la huelga convocada por la representación laboral», los trabajadores recordaban que «cuando llegue el dinero es para pagar la nómina de febrero, cuando desde mañana (por hoy) debería empezar a pagarse la de marzo».

Otro mensaje lanzado ayer por el gobierno local fue el del número de empleados de Urbanos Amarillos que estuvieron ayer de baja y que según la delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez, sumaba un total de 25 personas del total de 150 que integran la plantilla de la concesionaria.

«El trabajador que no quiera secundar la huelga, debería acudir a su puesto de trabajo. Es sorprendente que se dé este porcentaje de un 37,5 % de bajas en el primer día de comienzo de la huelga», dijo Martínez, a lo que el comité le respondió que «solo deben estar operativos los conductores para los servicios mínimos, por lo que eso no afecta a su desarrollo».