Javier Ruiz-Mateos Rivero, hijo del patriarca de la familia, tras declarar ayer en los juzgados madrileños por el denominado caso Rayo Vallecano. :: EFE
Jerez

Nueva Rumasa presenta suspensión de pagos para sus bodegas del Marco

La compañía argumenta que en estas empresas «con actividad más que normalizada» el concurso de acreedores se solicita como «protección»

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Nueva Rumasa ya ha presentado en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz la solicitud de concurso voluntario de acreedores para sus bodegas Garvey, Valdivia, Zoilo Ruiz-Mateos y Teresa Rivero, todas ellas en el Marco de Jerez, así como para la distribuidora de bebidas Unión de Grandes Bodegas. De este modo se eleva a once el número de empresas propiedad de la familia Ruiz-Mateos que han solicitado entrar en proceso concursal.

Hasta el momento, los jueces han declarado en suspensión de pagos a la firma de postres Dhul, en Granada, y al fabricante de zumos y conservas vegetales Carcesa, en Badajoz, de cuya gestión ha sido apartada la mencionada familia. Además, están pendiente de admisión a trámite los concursos de Clesa, Cacaolat, Queserías Menorquinas (Tranchettes) e Hibramer, presentados en diferentes juzgados.

La división de bebidas del grupo familiar cuenta con otras firmas que de momento han quedado excluidas del procedimiento concursal, como Marqués de Campo Nuble (Rioja) y Marqués de Olivara (Toro), que están en fase preconcursal, o Vinícola Soto (Cádiz) y Cavas Hill (Cataluña). Entre los acreedores de Nueva Rumasa en el negocio de las bebidas figuran los socios de la cooperativa Virgen de La Caridad de Sanlúcar, que en 2009 vendieron a la familia Ruiz-Mateos Bodegas Caydsa (renombrada como Teresa Rivero) por 12 millones de euros. Hasta el momento, han recibido 600.000 euros de esta operación, que recogía fraccionar el pago «en diez años y sin intereses».

Según datos hechos público de Nueva Rumasa, su negocio bodeguero, con presencia en 72 países, obtiene el 67% de sus ventas de las exportaciones y tiene oficinas propias en Méjico, Japón, Filipinas, China, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Hong-Kong.

Las bodegas que han presentado el concurso de suman una plantilla superior a los 300 trabajadores, que ayer convocaron a una asamblea para abordar la situación de la compañía. Los sindicatos defendían la necesidad de que las bodegas entraran en concurso de acreedores y de que «alguien ajeno a la empresa asuma la gestión», según señalan fuentes de CC OO.

Embargo levantado

Por otro lado, el juzgado de Primera Instancia número 2 de Jerez ha levantado el embargo que pesaba sobre los derechos de cupo de la bodega Zoilo Ruiz-Mateos para la venta de vinos amparados por la Denominación de Origen de Jerez, según ha indicado Nueva Rumasa en un comunicado.

Las mismas fuentes han precisado que la bodega Zoilo Ruiz-Mateos funciona en la actualidad «con absoluta normalidad» y sirve los pedidos a sus clientes, tanto nacionales como internacionales. Y añaden la bodega también cuenta con viñedos propios, produce en exclusiva vinos de Jerez y es proveedora para otras bodegas de vinos con Denominación de Origen Jerez.

«No habrá ERE»

Al hilo de lo anterior, y tras solicitar el concurso de acreedores para sus bodegas del Marco de Jerez, fuentes de Nueva Rumasa explicaron ayer a LA VOZ que en este caso en concreto, con unas empresas con una actividad normalizada, la decisión se ha tomado como «medida de protección».

Así las cosas, las mismas fuentes recordaron que la situación de las bodegas no tiene nada que ver con las de otras fábricas (como la de Clesa), ya que aquí no solo se han levantado los embargos, sino que ya se está al día en el pago de las nóminas y hasta se han empezado a aplicar horas extras para poder dar respuesta a todos los pedidos que están llegando.

Por ese motivo, recalcan que «no se está planteando ningún Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Jerez», sino que se ha optado por este paso del concurso de acreedores que protege a unas firmas que avalan incluso frente a bancos como el Santander.

Por otro lado, Dhul, propiedad también de Nueva Rumasa , ha empezado a cobrar los pedidos entregados a la distribución tras levantar el Juzgado de Granada los embargos que había solicitado la Seguridad Social sobre las cuentas de clientes. El juzgado habría comunicado este cambio a los operadores comerciales con los que trabaja la compañía especializada en postres, entre ellos Carrefour, Alcampo, Lidl y El Corte Inglés, según las mismas fuentes.

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Granada declaró el pasado 15 de marzo el concurso voluntario de acreedores solicitado por Dhul y apartaba a la familia Ruiz-Mateos de las facultades de administración y disposición de su patrimonio y nombraba a varios administradores concursales.

Grupo Dhul acumulaba, en 2009, deudas de 134,8 millones de euros con la banca, los proveedores y la Seguridad Social. En este sentido, la contraída con entidades bancarias y otros acreedores financieros ascendió a 111,4 millones de euros en 2009, de los que la mayoría, 72,3 millones, corresponden a deuda bancaria a largo plazo y 20,5 millones eran deudas a corto plazo con entidades financieras.