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Los jugadores de la selección española entrenaron ayer en el estadio Girenas. :: MINDAUGAS KULVIS / AP
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La emboscada de Kaunas

España se enfrenta a los elementos en un 'sembrado' que la UEFA cree apto, aunque el árbitro deberá decidir Del Bosque asume que habrá que cambiar el estilo depurado de toque por un fútbol más directo

IGNACIO TYLKO
MADRID.Actualizado:

Si el 'sembrado' helado del estadio Darius y Girenas de Kaunas no lo impide, España debería salir invicta hoy de Lituania y abrir de par en par las puertas de la próxima Eurocopa de Polonia y Ucrania, donde defenderá título. Incluso en un patatal, los campeones del mundo son superiores a un combinado báltico que apela a la ilusión, al orgullo y a la suerte para salir airoso del choque (20,45 horas, Tele 5). A falta de lo que decida hoy por la mañana el árbitro francés Laurent Duhamel, el delegado de la UEFA determinó que el duelo se juegue porque entiende que no existe riesgo añadido de lesión.

Aunque el mal estado del terreno es una excusa tan vieja como el fútbol, en este caso es una evidencia que el campo no es ni de Regional y perjudica a los intereses de la selección de Del Bosque, que busca su quinta victoria en otros tantos partidos de clasificación. Las imágenes atestiguan que apenas hay briznas de césped y que la tierra está llena de agujeros, a prueba más de topos que de futbolistas y donde habrá que jugar por imperativo legal. Como reconoció Villa ayer, «lo importante es no lesionarse».

El choque parece una emboscada y los españoles saldrán precavidos. Por mucha bota de multitaco que haya, tobillos y rodillas se resienten al máximo en superficies duras e irregulares. Aunque se hayan pasado primero rastrillos y después un rodillo para tratar de alisar el terreno, sería mucho mejor un campo de tierra clásico.

La situación no es nueva. En octubre de 2004, cuando el equipo de Luis Aragonés se jugaba el pase para el Mundial de Alemania en Vilna, el 'sabio de Hortaleza' se enfadó tanto con el campo que anuló la sesión preparatoria y ordenó el regreso del equipo al hotel para entrenarse en sus pasillos. El choque se jugó en unas condiciones horribles y España solo pudo empatar sin goles.

Del Bosque, siempre comedido y elegante, libera de toda culpa a la federación lituana y achaca el problema al frío y la nieve del crudo invierno báltico, pero la federación española ha trasladado su malestar a la UEFA. No es muy lógico que el viernes se celebrase en este escenario un amistoso entre Lituania y Polonia, con victoria por 2-0 para los locales y graves enfrentamientos de público que causaron algún herido y varios detenidos.

Si hay países que no disponen de un estadio en condiciones para albergar una cita de competición oficial, la UEFA debería replantearse la necesidad de regular un sistema de divisiones para competir. Claro que también hay quien recuerda la grave lesión sufrida por el argentino Maxi Rodríguez en un amistoso jugado por la albiceleste ante España en una Nueva Condomina infame. Entonces había césped pero la 'alfombra' se levantaba.

Los futbolistas entienden la preocupación de sus técnicos, aunque Del Bosque ya dejó claro que el miedo no solo afecta a Barcelona y Real Madrid, el grueso de la selección con seis y cinco convocados, respectivamente. «Tampoco nos vamos a morir», ironizó Sergio Ramos. Como dice Iniesta, el escenario les recuerda a su etapa de infantiles, cadetes y, si acaso de juveniles. Campos lamentables hasta que el césped artificial se impuso.

Administrar esfuerzos

Al lamentable barbecho hay que sumar el mes de abril que se avecina para gran parte de los jugadores. Otra razón para administrar esfuerzos. Del Bosque tiene que hacer malabarismos para confeccionar una alineación que no genere polémica. Le atacarán en todo caso. Si alinea a los habituales, por no preservar a las estrellas de Barça y Madrid. Y si apuesta por los suplentes le criticarán por plegarse a los intereses de los grandes. Él insiste en que no habrá alineaciones a la carta y que los cambios estarán fundamentados en el mejor uso posible de la plantilla y en la necesidad de adaptarse a otro juego más de balón largo y segundas jugadas.

Jamás ha perdido 'La Roja' con Lituania, aunque salvo el 5-0 de su primer enfrentamiento en Sevilla, todavía con Javier Clemente en el banquillo, nunca ganó fácil. También en 1993 la selección se impuso por 0-2 y luego, con Luis Aragonés, se registraron ese empate a nada y un pírrico 1-0 en Valencia. El único gol se encajó en El Helmántico en el primer partido de esta misma fase (3-1), merced a una diana de Sernas, el atacante del Widzew Lodz polaco.

La selección 'amarilla-verde' se siente inferior pero promete batalla. «El campo no está para jugar pero hay que competir en todas las condiciones. Aquí es más fácil defender que atacar», afirma Raimondas Zutautas, su seleccionador. Lituania combina flojas actuaciones con sorpresas ante potencias muy superiores y en esta misma fase previa ganó en la República Checa (0-1), también con tanto de Sernas. Lucha por el segundo puesto del grupo. Se cerrarán atrás con las líneas juntas y saldrán al contragolpe con el apoyo de un público entusiasta y muy patriota, aunque vive con mucha más intensidad el baloncesto.

Del Bosque mentaliza a sus jugadores para que se adapten y antepongan la practicidad a la estética. Si hay que dar un pelotazo, se da sin problemas. El técnico barrunta cambios en todas las líneas. Pretende repartir minutos entre los convocados. Dará juego a hombres como Iraola, Llorente, Silva, Javi Martínez, Albiol y Mata, inéditos ante los checos.