El voto antinuclear hunde a Merkel
La CDU de la canciller alemana sufre una debacle en el estado de Baden-Württemberg, con un fuerte ascenso de los Verdes
BERLÍN.Actualizado:La geografía política de postguerra de Alemania vivió ayer un giro radical y casi revolucionario, gracias a la decisión de la población electoral del estado federado de Baden-Wüttemberg, que decidió poner fin a 58 años de hegemonía política de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU) en este estado y votar a favor de una alianza de centroizquierda formada por los Verdes y el partido Socialdemócrata.
Los sondeos electorales dados a conocer por las dos cadenas públicas de televisión alemana, ARD y ZDF, señalaban, al cierre de esta edición, que el partido de Angela Merkel habría logrado un 39% de los votos, cinco puntos menos que hace cinco años, mientras que su aliado político, el Partido Liberal (FDP) habría obtenido un miserable 5,1% de los votos, cinco puntos menos que en las últimas elecciones, un resultado que cuestiona el liderazgo de Merkel como jefa de su partido.
Los Verdes y el SPD tenían casi asegurado una mayoría en el parlamento regional, gracias a un resultado que puede cambiar radicalmente la radiografía política del país. Por primera vez en su breve historia política, el partido de los Verdes comenzaron a prepararse para gobernar en el estado más próspero del país, un giro político brutal que dejó al desnudo el enorme descontento que siente el electorado conservador germano por la jefa del gobierno federal.
La histórica derrota del partido que dirige Angela Merkel en el land de Baden-Wüttemberg, el estado más rico del país y hogar de firmas emblemáticas como las automovilísticas Daimler-Benz, Porsche y la de electrónica, herramientas y electrodomésticos Bosch, tiene una connotación dramática para la canciller, que intentó impedir la derrota con una estrategia política que no logró convencer al electorado alemán.
Hace tres semanas, el Gobierno federal aprobó una moratoria nuclear y ordenó el cierre temporal de siete plantas, una acción destinada a impedir que la campaña ecologista de la oposición impidiera el triunfo de su candidato en el estado.
La iniciativa de Angela Merkel cayó en el vacío y, ayer, los electores en Baden-Wüttemberg ofrecieron una clara lección de cultura política al votar a favor de Winfried Kretschmann, un político de 62 años, militante de toda la vida del partid de los Verdes y que tendrá la crucial misión de cerrar las cuatro plantas nucleares que funcionan en el estado.
Los electores de Baden-Wüttemberg también castigaron la gestión que ha realizado el Partido Liberal en los últimos 15 meses y cuyo presidente, el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, solo ha cosechado críticas. El resultado electoral del FDP en Baden-Wüttemberg es el reflejo más fiel del descontento de la población con un partido que solo puede ofrecer un solo éxito en su gestión de socio de la coalición de gobierno: rebajar el impuesto para los hoteleros.
Peligrosa discusión
El drama del FDP tuvo un punto culminante en las elecciones en el estado de Renania Palatinado, donde fracasó en superar la barrera del 5% que exige la ley para conseguir escaños en el parlamento. Hace cinco años, el FDP obtuvo un 8% de los sufragios.
Los resultados obtenidos por el Partido Liberal pueden poner en marcha una peligrosa discusión interna destinada a cuestionar el liderazgo del partido que aun detenta Guido Westerwelle, una acción que también podría ser imitada en el seno de la CDU, donde el ala conservadora no esconde su descontento con el liderazgo de la canciller Merkel.
Los Verdes, en cambio, tenían anoche todo a su favor para celebrar una jornada electoral histórica. El 24% de los votos obtenido en Baden-Wüttemberg, catapultó al partido al mismo nivel que la CDU y el SPD, mientras que el 15% de los votos que recibió en Renania Palatinado, 10 puntos más que hace cinco años, dejó al desnudo que el partido ecologista podría designar a un candidato a canciller, en 2013, con serias posibilidades de ser elegido.
El SPD, en cambio, aun no logra poner fin a una serie de fracasos electorales que hacen temer por su futuro como partido de masas. En el estado de Baden-Wüttemberg, solo obtuvo un 23% de los votos, dos puntos menos que hace cinco años, mientras que en el de Renania Palatinado, el partido perdió casi 10 puntos. Kurt Beck, el actual jefe de gobierno, solo podrá seguir gobernando gracias al apoyo que pueda recibir del partido ecologista alemán.