ETA acusa de «irresponsable» al Gobierno por no aceptar una comisión de verificación
La banda asegura en un comunicado que España y Francia rechazan la mediación internacional para poder así «violar la voluntad de los vascos sin testigos»
M ADRID.Actualizado:ETA hizo ayer público su primer comunicado después de que el pasado 10 de enero declarara un alto el fuego «permanente, general y verificable». Fue un texto plagado de retórica, críticas y sin apenas novedades. En su declaración, publicada por el diario 'Gara', la banda terrorista ataca a los gobiernos español y francés, a los que tacha de «irresponsables» por haber rechazado de plano su propuesta de que una comisión internacional verificara la tregua. Los terroristas, en un lenguaje bastante críptico, aseguran que, pese a esa falta de «respuesta oficial» por parte de los ejecutivos de Madrid y París, están dispuestos a someterse a un mecanismo de verificación «informal», que tampoco aclaran ni especifican en qué consistiría.
La declaración -firmada el pasado 24 de marzo, íntegramente redactada en euskera y titulada «comunicado de ETA a Euskal Herria»- insiste en que ni España ni Francia «quieren que la comunidad internacional verifique el alto el fuego general y permanente de ETA» porque «pese a la hipocresía y la intoxicación, quedaría acreditado, también en el plano internacional, que la única violencia existente hoy en Euskal Herria es la que generan los propios estados». Según el análisis de la banda, los gobiernos de los dos países no quieren la intervención de terceros porque así pueden «violar la voluntad de los vascos sin que medien testigos».
Los reproches a ambos ejecutivos van más allá, hasta el punto de acusarles de tener como «objetivo» el «arruinar la ilusión generada» en Euskadi por ese alto el fuego y de preferir «pudrirse» en la actual situación. «No es compatible que en ciertos ámbitos se exprese una supuesta voluntad para la solución y, por otro, se mantenga la estrategia represiva», crítica ETA a los dos países, a los que acusa de tener una «actitud injusta» y de que su única respuesta a la tregua haya sido la «negación y la represión».
Más allá del anuncio de la aceptación de esa «verificación informal», el comunicado de ETA no introduce ninguna novedad. La banda, en línea a su discurso habitual, se centra en denunciar que «en Euskal Herria, la violencia adopta los nombres de conculcación de derechos, ilegalización, acoso, detención y tortura» e insiste en sus críticas de que a los vascos le «nieguen» el derecho a «tomar la palabra para decidir su futuro».
Llamamiento
El comunicado está firmado un día después de que el Tribunal Supremo negara a Sortu en el registro de partidos político, cortando así su paso a los comicios locales. Sin embargo, ETA no hace mención alguna a esta circunstancia ni a los nuevos intentos de la izquierda 'abertzale' por estar presente en las elecciones.
La organización armada se limita a hacer un llamamiento a ciudadanía, las fuerzas políticas, sociales y sindicales vascas para que «aúnen fuerzas, adopten compromisos y den nuevos pasos por la libertad y contra la represión». Al mismo tiempo, el texto recalca «el compromiso de ETA para alimentar y llevar a buen puerto la resolución democrática» del 'conflicto', siempre con la vista puesta en la consecución de «la libertad y la paz para Euskal Herria».
Los terroristas, además, aprovechan su declaración para hacer su particular análisis 'político' de la situación en el País Vasco, donde, a su entender, hay dos bloques diferenciados. El primero, formado por «aquellos que deseamos abrir un escenario de libertad».
Y el segundo, constituido por «los que pretenden mantener la imposición y el bloqueo». «Y una de las características principales del momento -asegura- es la confrontación entre quienes queremos desarrollar el proceso democrático de cara a una solución definitiva del conflicto y aquellos que pretenden cerrar la oportunidad abierta».
La banda, por último, llama a seguir trabajando hasta «derribar el muro que España y Francia han levantado para secuestrar la palabra de los ciudadanos vascos».