Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Opinion

Sintonía empresarial

La estabilidad institucional y el consenso son los requisitos para apuntalar la economía

Actualizado:

La reunión de ayer entre Zapatero, los responsables de 41 grandes empresas españolas y el presidente de la CEOE permitió constatar la sintonía existente entre el Gobierno y los actores principales de la economía española respecto a la necesidad de seguir adelante con las reformas que incrementen la competitividad de nuestro modelo productivo; al tiempo que los asistentes subrayaban la importancia que en las actuales circunstancias adquieren la estabilidad institucional y el consenso político como elementos imprescindibles para apuntalar la credibilidad que España ha comenzado a recuperar ante los mercados internacionales. El anuncio de la próxima creación de 30.000 becas para jóvenes destinadas a realizar prácticas durante seis meses en empresas refleja la relevancia que en la cita de ayer se le concedió a la formación como factor de competitividad. El rendimiento que ofrezca dicho plan dependerá tanto de la cualificación inicial de los becados como de las tareas y condiciones que las compañías que se adscriban al programa les procuren, de modo que su estancia facilite su posterior empleabilidad. Pero tanto el Ejecutivo como los interlocutores del diálogo social deberían articular mecanismos de evaluación que permitan valorar con objetividad los efectos de las medidas que se van poniendo en marcha. Sería obligado conocer las consecuencias reales de la reforma laboral y realizar un seguimiento detallado de los cambios que experimenta nuestro sistema financiero para calibrar el alcance que deban tener las modificaciones en la negociación colectiva por un lado y establecer, por otro, aquellas medidas que contribuyan a un mayor flujo de recursos disponibles. La estabilidad institucional constituye un requisito para la recuperación que no depende tanto de que la presente legislatura se agote como del grado de coincidencia y compromiso que los partidos estén dispuestos a mostrar en materia de reformas económicas renunciando a dejarse llevar por el cortoplacismo electoral. De ello dependerá que el año que resta de legislatura sea provechoso y se impulsen y culminen cambios que no se acometieron en la etapa de crecimiento, como la estrategia energética.

Corrupción consentida

Los casos de corrupción política, y de la urbanística en particular, han afectado a todas las formaciones, conformando tramas de complicidad y connivencia difíciles de desentrañar para la Justicia e inoculando en la ciudadanía una mezcla de fatalismo e indiferencia frente a corruptores y corrompidos. Los códigos éticos y las normas disciplinarias de las que se han ido dotando los distintos partidos han servido para explicitar los supuestos del mal de modo que nadie pueda llamarse a engaño. Pero la elusiva y hasta encubridora actitud con la que esos mismos partidos acostumbran a reaccionar ante los casos que les afectan, mientras denuncian insistentemente los de los demás, restan eficacia y credibilidad a su discurso ético. Bastaría con que todos expulsaran del partido y exigieran su dimisión del cargo institucional a quien sea imputado por corrupción para que las normas internas surtieran efecto, lo que contribuiría también a que la ciudadanía no se sienta entre comprensiva y beneficiada respecto a la corrupción que le cae más próxima, concediendo un perdón político como el que en las pasadas elecciones locales y autonómicas disfrutaron casi todos los candidatos implicados en casos de corrupción.