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Un grupo de libios observa los restos del F-15 estadounidense que cayó por un fallo mecánico al este de Bengasi, capital de los rebeldes . :: REUTERS
MUNDO

Tropas de EE UU rescatan a los pilotos de un F-15 que cayó por un fallo técnico

Un helicóptero se vio obligado a disparar a un grupo de libios que rodeaban a uno de los tripulantes del caza

R. C.
WASHINGTON.Actualizado:

Un avión de combate F-15 de la Fuerza Aérea estadounidense se estrelló durante la madrugada de ayer en Libia en las proximidades de la localidad de Bengasi, al parecer, por un fallo mecánico. A bordo del aparato siniestrado viajaban el piloto y el oficial de armamento, que pudieron salir despedidos en paracaídas al detectar los fallos en la aeronave. Los efectivos, que se dirigían al bastión rebelde para participar en las operaciones de combate, se encuentran a salvo y en manos de las fuerzas norteamericanas, según informó un alto funcionario de Defensa de EE UU y soldados desplegados en la zona.

Según precisó el capitán de la Infantería de Marina, Richard Ulsh, el caza volaba «a una altitud muy elevada» y por ese motivo los ocupantes cayeron en diferentes puntos de la región. Asimismo, descartó que el siniestro lo hubiesen provocado los ataques de las fuerzas leales a Gadafi sino «problemas mecánicos». No obstante, fuentes del Pentágono informaron de que las causas del accidentes todavía están siendo investigadas.

Intervención armada

El piloto del F-15 fue el primero en ser localizado al ser avistado y custodiado por un grupo de rebeldes hasta que miembros de la coalición pudieron acudir al lugar a rescatarlo. Para recuperar al oficial de armamento, en cambio, fue necesario un amplio dispositivo de salvamento por parte del Ejército de EE UU. Varios equipos de marines partieron fuertemente armados a bordo de dos aviones Osprey que partieron desde el buque de asalto anfibio 'USS Kearsarge', situado a unos 100 kilómetros de la costa de Libia. En la segunda operación, los militares norteamericanos tuvieron que abrir fuego desde un helicóptero para dispersar a unas seis personas que acorralaban al soldado. No obstante, ninguna de ellas sufrió heridas de gravedad.

«Ambos militares están en buenas condiciones de salud, aunque están recibiendo algún tipo de atención médica» por las lesiones leves que presentan, explicó el teniente y portavoz de la Marina, Robert Johnson. Los efectivos norteamericanos fueron asistidos en el 'Kearsarge', que cuenta con amplias instalaciones sanitarias.