El presidente de Yemen pierde apoyos
Varios mandos militares, entre ellos el número dos del Ejército, anuncian que se unen a los manifestantes y piden reformas a Saleh
Actualizado:El deterioro de la situación en Yemen dio ayer un nuevo paso y el país se encuentra ya ante la tesitura de si su crisis acabará con un final parecido al de Libia o si quedan posibilidades de alcanzar un desenlace más o menos pacífico como el de Egipto. El presidente yemení perdió ayer apoyos fundamentales al anunciar varios altos mandos militares, entre ellos, el número dos del Ejército y el líder de la principal tribu del país, que se unían a los manifestantes que piden reformas democráticas y el fin del régimen de Ali Abdalá Saleh.
La presión internacional contra el despótico presidente también subió ayer un grado. Francia advirtió de que la partida del jefe de Estado yemení es ya «inevitable», después de la matanza del viernes en la capital, Saná, en la que murieron medio centenar de personas, y la cascada de dimisiones de altos cargos del régimen, entre ellos ministros, militares y diplomáticos. «Se lo decimos a Yemen, donde la situación ha empeorado. Estimamos que la marcha del presidente Saleh es inevitable», declaró el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé. La UE también criticó la violenta represión de las protestas y amenazó con «revisar» sus políticas hacia el país.
Tras la dimisión de al menos ocho embajadores yemeníes en los últimos días -entre ellos el destacado en Madrid- y varios ministros, ayer, el general de división Mohamed Alí Mohsen anunciaba en un vídeo difundido por Al-Yasira que se unía «a la revolución pacífica de los jóvenes y a sus peticiones». El militar, que encabeza las Fuerzas Armadas en el noroeste y comanda la Primera División Acorazada, aseguró que había desplegado unidades del Ejército y tanques para proteger a los manifestantes. Mohsen es, además, hermanastro del presidente. Otros cuatro altos mandos militares también anunciaron que se ponían de parte de los manifestantes, al igual que Sadiq el Ahmar, líder de la tribu Hashid, una de las principales de Yemen, que cuenta con nueve clanes.
Mensaje desesperado
El presidente Saleh quiso alejar el fantasma del golpe de Estado y mandar un mensaje desesperado a los yemeníes, en el que aseguró que la mayor parte del pueblo le apoya. «Resistimos igual que las montañas Aiban y Naqim, así como la mayoría del pueblo yemení, que permanece con estabilidad y legitimidad constitucional», aseguró el dirigente, citado por Efe. Lo mismo hizo el ministro de Defensa, Mohamed Naser Ahmed, quien subrayó que tanto el Ejército como la Policía se encuentran de parte del presidente y que no permitirán ningún intento de «perjudicar la seguridad nacional».
Las palabras del ministro parecen intentar evitar la imagen de fisuras dentro de las Fuerzas Armadas, aunque la situación en las calles, donde se podía ver ayer a numerosos militares seguidores de Mohsen uniéndose a los manifestantes, parece indicar otra cosa.
En un intento de retomar el control del país, el presidente destituyó al Gobierno el domingo, aunque algunos de los ministros habían abandonado por su propia voluntad en protesta por la violenta repulsa de las manifestaciones.