ESPAÑA PRIVILEGIADA

Es para reírse a carcajada limpia o para echarse a llorar y no parar, pero esta querida España nuestra (como decía la copla de Cecilia) que -por cierto- es el culo de Europa con la mayor tasa de paro, de analfabetismo, de mala educación y de perros y rotondas por número de habitantes, tiene el privilegio de contar con los dos mejores equipos de fútbol del viejo continente. Nadie duda de un hecho que nuestros vecinos no terminan de digerir. Dos grandes potencias económicas como Alemania o Inglaterra se tienen que frotar los ojos cuando ven el potencial que despliegan los equipos de Pep Guardiola o Mourinho respectivamente. Eso sí, dan por bueno que sus clubes no estén a la altura del gran dúo hispano mientras que no les toque un Zapatero para guiar el destino de germanos e ingleses. Además, les queda el consuelo de ver que todavía tienen camino de Wembley a Chelsea, Manchester United y Tottenham, unos, y al Schalke 04 de Raúl, los otros. De momento, el bombo no ha querido deparar emparejamientos morbosos y lo de ver a Raúl González en el Bernabéu tendrá que esperar para una hipotética final y el derbi Madrid-Barça llegaría en semifinales. De nada ha servido el arsenal de velas que nuestro presidente del Gobierno había puesto para que los dos grandes de nuestro fútbol se hubieran visto las caras en cuartos. Qué mejor manera de desviar la atención de la patética realidad que viven casi todos los españoles que cuatro enfrentamientos directos en apenas 16 días. Bares a rebosar, tertulias monotemáticas y de lo de la nube radiactiva en Japón, el límite de velocidad a 110 km/h y Gadafi exterminando a su pueblo ni me acuerdo. Vuelve a quedar de manifiesto, por enémisa vez, que el fútbol de muchos quilates es la mejor cortina que utilizan los dictadores asesinos y los políticos más mediocres para esconder sus vergüenzas mientras el pueblo grita gol.