pinchito moruno

La marea

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Siempre nos ha vuelto locos un cachondeo. No lo podemos evitar. Nos gusta más que a Berlusconi tirarse a...la piscina. Si hace cien años nos volvimos todos locos porque habían aparecido unas monedas en la playa y otro día guardamos cola para ver un sarcófago fenicio con una gachí más fea que el palio de Entrecatedrales, no era de extrañar que todos salieramos ayer en peregrinación para ver las piedras ocultas de las playas de Cádiz...un misterio nada doloroso. Yo el detalle que eché en falta es un rosario de la aurora especial para la ocasión con Antonio ‘El Alemania’, situado junto al busto de Paco Alba, cantando la presentación de 15 Piedras a modo e himno de esta fiesta, que si se hace el año que viene, dado su éxito, puede ser ya ‘popular’ y ‘tradicional’. Ya me lo estoy imaginando: Segunda gran mareá de Cádiz. Ya veremos que repartimos, no seais impacientes.

No te digo ná la que se puede liar si un día el gallego del freidor anuncia que se le ha licuado la masa de las croquetas de bacalao, salimos en todos jiliguines de los récords con la máxima marca de gente pegá a un cristal por tal de ver el fenómeno. Cádiz es así. Dicen que aquí se inventó la prensa moderna y es que todo gaditano lleva en su interior un periodista.

Hay gente que está diciendo que somos unos noveleros...y qué. A mi me parece muy sano que la gente se haya levantado tempranito un sábado para ver las piedras ocultas de la Caleta. Me imagino que se habrán hecho miles de chistes sobre lo que tenían guardados los cangrejos moros debajo de la piedra cuadrá, creo que hasta ahí ha encontrado el PP un ere oculto y había rumores sobre la posibilidad de que la cofradía de la Palma tuviera ya dispuestas unas botas de agua bendecidas por si la Virgen tenía que ponerse junto al Rincón de la Morena a parar de nuevo un maremoto, aunque este vez en vez de rodearse de incienso, se iba a rodear de olorcito a adobo...que santifica más.

Nos gusta un cachondeo...y qué. Bien es cierto que sería bueno que la gente saliera a la calle por otras cosas, pero tampoco es malo que salga por esto y nos ríamos. Al fin y al cabo todo ha sido una excusa para eso.

Si durante muchos años los tú ya me entiende han defendido que la letra con sangre entra, es mucho más sano defender, como defendimos ayer, lo bien que entra cuarto y mitad de los gordos de la plaza recien fritos después de un paseito por el Campo del Sur. En Cádiz ayer bajó la marea y todos fuimos a verla, igual que fuimos a coger los duros antiguos, a ver la apertura de Simago o a ver la gachí del sarcófago antropoide. Ahora, yo propongo una cosa, ya que hablamos de la marea, mejor que en vez de subir las aguas, que suban mejor un arró de esos que vienen ya con las gambas pelaitas, por eso sí que madrugo yo más que un panaero.