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La ministra de Defensa, Carme Chacón, pasa revista a una formación de soldados españoles en el aeropuerto de Kabul durante las Navidades de 2009. :: AFP
ESPAÑA

ESPAÑA ENTRA EN EL CLUB DE PARÍS

España participa en la misión militar porque hay una resolución de Naciones Unidas a diferencia de lo que sucedió en 2003 en Irak

FERNANDO ITURRIBARRIA
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El dispositivo aeronaval español en la operación internacional de la comunidad internacioanl en Libia estará integrado por un avión cisterna, cuatro aviones caza de combate F-18, una fragata F-104, un submarino y un avión de vigilancia marítima, que suman una dotación de unos 460 militares. Así lo anunció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una comparecencia junto al jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general José Julio Rodríguez, en la residencia del embajador de España en París tras participar en la cumbre aliada organizada por el jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy, en el palacio del Elíseo.

«España asume su responsabilidad de hacer efectiva la resolución de Naciones Unidas y de proteger al pueblo de Libia, de prestarle ayuda humanitaria y de trabajar en favor de sus aspiraciones para lograr una democracia en ese país», proclamó el jefe del Ejecutivo tras participar en la cumbre con los gobernantes de Francia, la anfitriona, Alemania, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Grecia, Irak, Italia, Jordania, Marruecos, Noruega, Holanda, Polonia, Catar y el Reino Unido. También asistieron representantes del Consejo Europeo, la Unión Europea, la Liga Árabe y Naciones Unidas, representada por su secretario general, el coreano Ban Ki-moon.

Zapatero subrayó que la comunidad internacional había estado «ampliamente representada» en la reunión de París y destacó el «papel fundamental» desempeñado por la Liga Árabe, que instó a la creación de una zona de exclusión aérea «para evitar el derramamiento de sangre y los ataques al pueblo libio».

España contribuirá al objetivo de establecer una zona de exclusión en el cielo de Libia con el despliegue de un avión cisterna Boeing 707 y cuatro aviones de combate F-18 «que realizarán tareas de misiones de patrulla aérea». Las aeronaves despegaron por la tarde desde el aeropuerto madrileño de Torrejón de Ardoz rumbo a la base italiana de Sigonella, en Sicilia. Los aparatos estarán hoy «previsiblemente» a disposición de la coalición internacional para ejercer labores de patrulla aérea.

Para la misión de garantizar un embargo de armas al régimen libio, el Gobierno español aportará una fragata F-104, la 'Méndez Núñez' con base en Ferrol y que es la nave de ese tipo más moderna de la Armada; un submarino de la clase Mistral, el 'S-74 Tramontana', con base en Cartagena y que ya participó en operaciones navales durante la crisis con Marruecos por el islote Perejil en 2002; y un avión de vigilancia marítima P-3 Orion. El despliegue de estos últimos medios aeronavales «durará algo más de tiempo», admitió el jefe del Ejecutivo. En total, según cálculos de Defensa, se movilizarán en torno a 460 efectivos.

La ministra Carme Chacón, entretanto, convocó a última hora de la tarde de ayer una reunión del Estado Mayor de la Defensa para coordinar el despliegue aeronaval español con el contingente militar movilizado por la OTAN y otros países aliados.

Zapatero, que ha informado al rey Juan Carlos y al líder de la oposición, Mariano Rajoy, del contingente que participará en la operación internacional, confirmó que comparecerá el próximo martes ante el pleno del Congreso de los Diputados para «explicar a fondo y en detalle la resolución, los contendisos de esta reunión de París y la decisión de desplegar los medios militares para hacerla efectiva».

Además, agradeció el «respaldo y acatamiento» expresado en público por «la mayoría» de los portavoces de los grupos parlamentarios a la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El único rechazo, y con matices, es el de Izquierda Unida y el Bloque Nacionalista Galego.

Respaldo de la ONU

Aunque señaló que no era el momento de entrar en comparaciones ni en polémicas, el jefe del Gobierno destacó que, a diferencia de la intervención militar en Irak en 2003 apoyada por España durante el mandato de José María Aznar, esta vez se actúa con el respaldo de la ONU. «Solo porque ha habido una resolución de Naciones Unidas, conforme a la legalidad internacional, estamos aquí», enfatizó antes de agregar que el «supuesto evidente», ausente entonces, reside en que «lo que está pasando en Libia está ante los ojos de toda la comunidad internacional y de todos los ciudadanos».

Zapatero apuntó que en esta oportunidad «la comunidad internacional asume su responsabilidad y España también», y subrayó que además de los aspectos coercitivos, la misión también tiene un carácter humanitario para respaldar a los ciudadanos libios que aspiran a «lograr una democracia que sea sostenible» en el país norteafricano y liberada del dictador Gadafi.

El presidente del Gobierno hizo suya, además, una frase del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon: «La comunidad internacional no puede consentir por más tiempo lo que está pasando en Libia».