Homenaje a las Cortes. La ciudad contará con otro monumento que irá en el entorno del puerto. :: MILA MARTÍN
Ciudadanos

Cádiz 2012, el año del despegue

Las miras están puestas en la finalización de las obras clave y la promoción

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pocos eventos han generado tantas expectativas como el Bicentenario. Hoy arranca la cuenta atrás para la gran celebración que asume el papel de salvadora de todos los males. Cuando la ciudad vive su tercer año de crisis -y las previsiones anuncian que habrá un cuarto- empiezan a surgir las dudas sobre los efectos del Doce. ¿Será un verdadero revulsivo para Cádiz o simplemente se quedará en unos fuegos artificiales?

Nuevas infraestructuras, promoción internacional, compromiso de los ciudadanos y una apretada agenda de actos que reunirá en la ciudad a políticos, empresarios y personalidades de todo el mundo. Ahora es nuestro momento. Seis profesionales destacados de diferentes sectores comparten con LA VOZ su visión personal de lo supondrá esta celebración y la repercusión para años posteriores.

La inversión económica ha sido el principal caballo de batalla durante estos años. La crisis obligó a replantear todos los proyectos, con un mayor grado de sufrimiento en las infraestructuras. El arquitecto Julio Malo de Molina está convencido de que la proyección podría haber sido completamente distinta si 2012 hubiera llegado hace cinco años. «No vamos a vivir lo que vivió Sevilla o Barcelona, pero sí hay cuestiones muy interesantes y de mayor utilidad». El urbanista se refiere a obras como la del Castillo de San Sebastián o la del segundo puente.

«He tenido la oportunidad de conocer ambos proyectos y son realmente operativos y sin excesos que lamentar», indica. La gran decepción es no poder contar con el hotel de Valcárcel ni con la plaza de Sevilla terminada y con un proyecto consolidado sin la Aduana, que a su juicio, rompe la visión estética de un gran espacio diáfano.

Malo de Molina valora la gestión y considera que «el Doce supondrá el relanzamiento de una ciudad que necesita de un mayor vigor». En eso tendrá mucho que ver también la conexión por AVE con Madrid. Más allá de que las obras clave puedan estar para la fecha simbólica del 19 de marzo, habría que plantearse si «el resto de proyectos que quedan en el tintero se podrán ejecutar en el futuro». El reto lo lanza Javier Fernández, gerente del Colegio de Economistas de Cádiz. En su opinión, todo este movimiento supone «un caldo de cultivo para la modernización de la ciudad». El momento económico es comprometido, pero el hecho de que coincida con un periodo electoral y haya suscitado el interés de las tres administraciones, juega en favor de los gaditanos.

En lo que respecta a la promoción, considera que tanto la efemérides, como el que Cádiz sea la ciudad más antigua de Occidente, son reclamos suficientes para cumplir con las previsiones. A eso mismo alude Belén González Dorao, gerente de la Torre Tavira, cuando habla del éxito de la convocatoria. Ante la duda, siempre se decanta por el optimismo: «2012 será una gran ventana que situará a Cádiz en el mundo y ya empezamos a ver los avances». Cuenta que muchos de los visitantes de la Torre ya conocen la celebración. «Llama la atención el interés que muestran los turistas alemanes».

Esa sensación la comparte Mayte Córdoba, gerente del restaurante El Faro. Durante este Carnaval ha atendido a un buen número de clientes extranjeros que se interesan por los actos. Sus expectativas son grandes, tras superar tres años de crisis no queda espacio para el pesimismo. «Quizá no sea el momento para un evento así, pero lo que está claro es que viene como caído del cielo».

Valora tanto la promoción que se realiza como los esfuerzos por sacar adelante los proyectos, sin embargo, considera insuficiente la planta hotelera. «Si el Parador Atlántico llega a tiempo, ya es un logro, pero no tener el Valcárcel es una pena». Rocío Sutil, directora del Hotel Playa Victoria lo ve de otra forma. Se apoya en la gran oferta de plazas que tiene la Bahía, a menos de 40 minutos de la capital. En cualquier caso, considera que «el Bicentenario va a suponer todo un referente para nuestro sector».

La gestión cultural también toma otra dimensión. La agenda aún no se ha publicitado del todo. Elena Angulo Aramburu coordina uno de los proyectos más ambiciosos relacionados con la difusión de la música clásica. Se trata de 'Tiempo de cambio' que ya ha celebrado varias ediciones. En general, toda la programación planteada tiene una vocación generalista. Explica Elena Angulo, que es también responsable de la Academia de Estudios Orquestales de la Fundación Barenboim-Said, que el aspecto que más se verá reforzado es el de la participación. Esa formación ya empieza a dar sus frutos.