UN AÑO DE LIDERAZGO
Actualizado:EL chiste fácil que más circula por mentideros de la política andaluza es que Griñán ha puesto un circo y le han crecido los enanos. Esta semana ha hecho justo un año que el presidente de la Junta asumió la secretaría general del PSOE andaluz para acallar así las voces internas y externas que decían que la bicefalia compartida con Chaves le restaba liderazgo. Un año después la situación es la siguiente: La oposición le ha convertido en principal cabeza de turco a batir de un escándalo, el de los ERE, que ha bloqueado cualquier iniciativa política. El Parlamento no debate otra cosa. El Constitucional ha tumbado por primera vez en la historia autonómica andaluza una de sus competencias, la del Guadalquivir, cuya transferencia, lograda por Chaves, debe ahora reconducir Griñán en el peor momento: crisis, paro y elecciones en puertas. Un año después del congreso extraordinario, el PSOE-A celebra una convención municipal en Málaga con el partido desmoralizado por las encuestas y dividido. La no resuelta rebelión de Cádiz en aquel congreso ha saltado por los aires y el secretario provincial gaditano, Francisco González Cabaña, ha plantado cara al liderazgo de Griñán. Todo eso ha acontecido en la semana del aniversario de aquel congreso en el que los socialistas andaluces auparon a Griñán como máximo líder y candidato del futuro, dando así por cerrada la etapa de Chaves. La pregunta también fácil es si Griñán no habrá echado de menos como corresponsable de tanto infortunio y revés a su ahora sólo compañero de cenas y cine.