El joven español es pacífico, tolerante y no aguanta el dolor

Lejos de ser negativo, el perfil que dibujó ayer el director del estudio 'Jóvenes españoles 2010', Pedro González Blasco, fue el de una generación que huye de sentir dolor (sobre todo emocional), más tolerante con la diferencias y pacífica. Aunque como aclaró González ante el auditorio del salón de actos de San Felipe Neri, «cada joven es un mundo y estas características se dan con menor o mayor intensidad». Pero en líneas generales la juventud es «lúcidamente escéptica, pragmática y poco trágica», en palabras del director de la publicación.

En este estudio recién publicado se incluyen capítulos sobre el contexto social de los jóvenes (entre 14 y 25 años), sus intereses, su propia imagen, el ocio y tiempo libre, la familia, las actitudes ante lo religioso, la política, los nuevos espacios de socialización, los valores y los perfiles vitales.

En la presentación del informe, González Blasco esbozó el prototipo de un joven español. Entre sus prioridades se encuentra la familia, «aunque no la misma que conocí yo», apuntó el autor; la amistad y la salud. Siente como más lejano la política. Es inseguro e inestable, dependiente del contexto. Entre sus mayores preocupaciones se encuentran el trabajo y la vivienda. Y les afecta menos la contaminación y la pobreza.

Autoimagen

Otra de las características señalas es que la de la permisividad y tolerancia. «Son menos permisivos con asuntos de moral pública como la corrupción polítcia o empresarial pero justifican más los fallos en la moral privada, como el aborto o el divorcio», sentenció González. Además, este estudio refleja que la juventud española no es nada autocomplaciente con su imagen. Se consideran personas consumistas, aunque en contra de su propia voluntad; viven el presente; egoístas y con poco sentido del deber y del sacrificio. Aunque sí se consideran leales con sus amigos, tolerantes e independientes. «Y se sienten rebeldes», concluyó.

Carecen de empleo, de cariño personal y de una identidad armónica, «al que no se le va la mente, se le va el corazón o el cuerpo», dibujó González.

Por primera vez, el estudio (que se realizó por primera vez en 1982 y se publica cada cinco años) ananaliza el perfil social de los jóvenes inmigrantes, «que ya suman medio millón en el país», apuntó el coordinador de la obra. Según las estadísticas realizadas por el equipo de investigación, lo que más gusta a los jóvenes extranjeros es la forma de ser de los españoles. Consideran que el caracter de los nacidos en este país es sociable, divertido y alegre. Por el contrario, también perciben que el español es prepotente, soberbio, distante y clasista. Y a veces se sienten despreciados por racismo.

Este estudio está especialmente pensado para que lo utilicen profesores, educadores y entidades directamente relacionadas con la juventud. La presentación del estudio corrió a cargo de la presidenta de Confer, sor Pilar Chinchilla, y del presidente de la Fundación Santa María, Leoncio Fernández.