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¿Será el mío?

La identificación de los primeros bebés robados en La Línea despierta la alegría entre los denunciantes

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Las piezas van encajando, las sospechas se van confirmando y lo que antaño ni siquiera se cuestionaba, ahora ya es un indicio de delito. La investigación policial que está realizando un pequeño equipo de la UDEV de la Comisaría de La Línea está arrojando datos que vienen a confirmar lo que siempre han defendido decenas de familias de la provincia: les robaron un niño nada más nacer y les engañaron con una muerte ficticia. No solo hay posibles afectados que reclaman bebés, ahora adultos. Ya hay identificados adultos que en su día fueron arrebatados de los brazos de sus madres biológicas. La información difundida ayer por LA VOZ en la que se confirma que la Policía tiene localizados a tres de esos bebés, nacidos en La Línea y entregados a otras familias en adopciones irregulares, ha despertado la alegría entre aquellos que esperan una respuesta hace décadas.

Del medio centenar de denuncias que investiga la Fiscalía en la provincia, hay 25 que están más cerca de la verdad. Como informaba ayer este medio, estos casos están dentro de las diligencias que abrió el año pasado el responsable del Ministerio Público en el Campo de Gibraltar, Juan Cisneros, y que en los próximos días serán derivadas a los juzgados de La Línea en forma de denuncia formal del fiscal. La primera que se presentará en la provincia por este cauce.

Entre esos 25 afectados están las hermanas Flor y Cristina Díaz Carrasco, las primeras en acudir a los medios para reclamar una investigación y que han ejercido, sin buscarlo, de guía para otras familias que habían guardado silencio durante años y ni siquiera se planteaban denunciar. «Cada vez tenemos menos sospechas y más realidades. Aún no sabemos si algunas de esas personas, que ya han sido identificadas como bebés robadas, es mi hermano. Con cada avance la incertidumbre es mayor», respondía ayer Cristina, desde Irún.

La única fotografía que tienen de su hermano, nacido en el hospital de La Línea en 1967, ha sido publicada en la mayoría de los periódicos del país. Para ellas es una prueba más de que «aquello» que sostenía en brazos su abuela, no era el bebé que su madre esperaba. Meses después de su primera denuncia pública siguen sin tener consigo el legajo de abortos que debería reflejar la muerte de su hermano. Ni en el cementerio de La Línea, donde acudían todos los veranos para dejar flores en su tumba, está inscrito el fallecimiento. No existe.

De los datos sobre el número de denuncias que están en manos de la Fiscalía, a Cristina Díaz le chirría que en La Línea solo se contabilicen 25 casos, «¿si hace algunos días se había superado el medio centenar?». La respuesta, en parte, la tiene el detective privado que contrataron estas hermanas para recabar datos y que ante la dimensión que ha tomado el asunto se ha convertido en colaborador de la Policía. Una ayuda que está facilitando tareas porque las pesquisas recayeron en su día en dos policías de La Línea, uno de los cuales cambió recientemente de destino.

Otros 30 más en cartera

Este profesional privado confirma que la Policía tiene encima de su mesa unas 60 posibles sustracciones de menores, solo en el municipio linense. «En el hospital de La Línea estos robos se habían convertido en una práctica habitual. Se pagaba en especie. Yo te hago un favor, tú me das un recién nacido. La red de cómplices era muy amplia: médicos, matronas, funerarias...», dice Rafael Carrasco. Los 25 afectados que forman parte de la primera denuncia del fiscal son aquellos en los que la Policía ha confirmado ya que existen indicios de delito después de haberles tomado manifestación y extraído muestras de ADN. «Ayer mismo estaba en la Comisaría y había otras cuatro familias esperando a declarar». El recorrido que ha tenido este asunto hasta la fecha hace prever que la denuncia que llegue en los próximos días al juzgado se nutrirá en breve de más posibles bebés robados.

Pero por dependencias policiales no están pasando solo denunciantes. La Policía ya ha llamado a declarar a los primeros testigos o cómplices. Se trata de los conductores de funerarias que supuestamente hacían los traslados de los restos al camposanto linense.