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Prefieren al Schalke de Raúl en cuartos

El Tottenham es la segunda opción más apetecible para el sorteo de hoy porque del Shakhtar todos desconfían Barça y Madrid no se quieren ver hasta la final ni encontrarse con Manchester, Chelsea o Inter

MADRID. Actualizado: Guardar
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Aunque para gustos, los colores y a la hora de las preferencias casi nunca hay unanimidad, sí se puede concluir que jugadores y técnicos de Barcelona y Real Madrid no quieren verse ni en pintura en el cruce de cuartos y se quedarían muy satisfechos si se emparejan con el Schalke de Raúl. El '7', sin embargo, ya ha insistido en que no desea volver al Bernabéu con la camiseta de un equipo rival porque le resultaría entonces muy difícil poder contener la emoción y concentrarse.

El sorteo que se celebra hoy en la sede de la UEFA de Nyon será puro, sin cabezas de serie ni condicionante alguno, por lo que caben duelos fratricidas entre ingleses o entre españoles. El cuadro escenifica bastante bien el potencial de las diferentes ligas europeas. Entran en el bombo tres británicos (Manchester United, Chelsea y Tottenham), los dos grandes clubes españoles, el Inter, vigente campeón y único superviviente del 'calcio', y el Shakhtar Donetsk de Ucrania, gran sorpresa del torneo pero al que los españoles ven con recelo porque tiene más potencial que nombre.

Han tenido que pasar siete entrenadores e invertirse un total de 800 millones de euros para que los blancos superen el maldito cruce. Ahora, euforia contenida y seguridad de que los jugadores irán a más tras soltar un lastre mental. Se compara con lo que le ocurría a la selección española en la eliminatoria de cuartos hasta el triunfo por penaltis ante Italia en la Eurocopa de 2008. Mourinho ya ha acabado con dos penosas tradiciones. Ha metido al equipo en la final de una Copa del Rey y, también siete años después, le ha colocado entre los ocho mejores de Europa. «Ahora ya podemos soñar con la Décima», insistían en el club después del 3-0 ante el Lyon.

«Mejor en la final»

«A la afición le gustaría volver a ver a Raúl en el Bernabéu», reconoció Casillas. Cristiano fue muy explícito. «Me gustaría el Manchester United o Raúl». Özil se decantaba claramente por sus compatriotas del Schalke y otros como Di María, recurrían al tópico: «Da igual cualquiera porque a estas alturas todos son difíciles». Mourinho apeló a una cuestión sentimental para mostrar rechazo a un eventual cruce con el Inter y el Chelsea.

Todos los posibles rivales menos el Shakhtar tienen algún vínculo con la casa blanca. El Schalke es más bien flojo pero, como subrayó Valdano, quizá distraiga una visita tan mediática como la de Raúl. El Barça asusta solo con pensar en los últimos duelos ligueros. «Mejor en la final soñada», subrayó Sergio Ramos. En el Inter, el último equipo de 'Mou', militan ex como Sneijder y Eto'o. Deseo de evitarlos, igual que el Chelsea de Torres o el Manchester United, con el interés añadido de la vuelta de Cristiano a Old Trafford. Mejo el Tottenham de Van der Vaart, otro viejo amigo.

Tras el sufrimiento vivido en octavos de final frente al Arsenal y con varios jugadores de la plantilla mermados en lo físico, en el Barça se aparca el sentimiento de venganza hacia el Inter o la necesidad de demostrar una hegemonía europea ante los poderosos para priorizar lo más elemental y primitivo antes de un sorteo: que toque el rival más asequible posible. Las preferencias se dirigen también hacia el Schalke o el Tottenham por su inexperiencia internacional en estas rondas decisivas. En el Camp Nou no hace ninguna gracia tampoco el Shakhtar porque se lo hizo pasar muy mal al equipo de Guardiola en la fase de grupos de la 'Champions' 2008-09, la del título culé en Roma, y especialmente en la Supercopa europea de Mónaco, donde decidió un gol milagroso de Pedro en la prórroga. Chygrynskiy, además, conoce todos los secretos del Barça tras su efímero paso. Se le tienen ganas a los italianos tras la semifinal del año pasado, aunque el odio se lo llevó 'Mou', pero es razonable desear que los grandes clubs se eliminen entre ellos.

Y no ilusiona un doble enfrentamiento ante el Madrid tan próximo al clásico liguero del Bernabéu (16 de abril) y a la final de Copa (20 de abril). Y menos en semifinales, pues serían todos consecutivos. Ante el Chelsea y el Manchester United, derrotados en semifinales y final de 2009, sucede lo contrario. La sed de venganza es inglesa. Mejor no jugar con fuego.