![](/cadiz/prensa/noticias/201103/14/fotos/5436964.jpg)
«Vivíamos por encima de nuestras posibilidades pero nadie se lo creía»
Francisco Domouso, nuevo director de Cáritas Diocesana, afronta las dificultades que atiende desde su experiencia bancaria
JEREZ. Actualizado: Guardar«Soy un hombre de Iglesia comprometido con su fe y que ha tenido la desgracia de ser una consecuencia más de la crisis que nos afecta a todos». Así se presenta el nuevo director de Cáritas Diocesana. Francisco Domouso Martínez, prejubilado en el sector de la banca, sabe aprovechar, sin embargo, sus conocimientos sobre tantas situaciones económicas domésticas como han pasado por su despacho esbozando, durante los últimos años lo que fuera bautizado con el nombre de nuevas pobrezas.
Su nueva responsabilidad al frente del conocido como «brazo samaritano de la Iglesia» requiere de una puesta al día sobre estas situaciones que, si bien ya maneja con soltura el equipo de Cáritas que ahora dirige, en él, como en otros de sus miembros, encuentra suficiente conocimiento de causa. Por ello reconoce que esto ha sido « una gran oportunidad para mí». Tiempo y libertad de movimientos gana con ello. «Mi fe me obliga a comprometerme con la Iglesia y con los más débiles», añade.
De él se espera captar y administrar recursos pero, sobre todo, dinamizar su equipo. «Fuente de unión entre distintos matices y generador de ilusión», suma Domouso. Durante los últimos años ha sido voluntario de la Cáritas parroquial de San Juan Bautista de la Salle. Pero él es consciente de que «la vida te va formando y toda esa experiencia se va poniendo en valor con todas las responsabilidades, con todos los fallos, con todas las contradicciones...», señala esta antiguo alumno marianista.
Dramas domésticos
Su capacidad de prestación voluntaria lo tiene también en la ong Yameiya, asociación especialmente dedicada a atender a los chicos atendidos en centros tutelados como el Manuel de Falla. Y aunque un banco no es una organización asistencial también en el desempeño de su profesión se ha dado de bruces con la necesidad: «Mi despacho era un confesionario, he tenido confesiones que algún sacerdote no ha tenido porque la falta de recursos de algunas familias me llegaban a menudo».
Domouso asegura que la actual situación de crisis es «algo que se veía venir». «Vivíamos por encima de nuestras posibilidades y lo decíamos todos, pero nadie se lo creía», insiste subrayando que «es consecuencia de una sociedad vacía que todos hemos alentado». Se refiere el nuevo director de Cáritas Diocesana a cómo nos hemos dado a «satisfacer necesidades que nos iban creando de una manera totalmente ficticia». La claridad de ideas del exbancario llama la atención por el peso de sus conclusiones.
«Profesionalmente he visto tantas veces cómo una familia con un determinado nivel de ingresos se los está pasando un mes y otro y el siguiente...», explica reconociendo que, con todo, lo hacen «porque tienen derecho, porque fulanito también lo hace». Asegura que esa realidad, cotidiana en el desempeño de sus funciones en la compañía financiera de la que se acaba de prejubilar, lo ha venido «mentalizando de manera que me invita a actuar para no ser un eslabón más en esa cadena consumista».
Asegura Domouso que, desde esa atalaya en la que su dedicación profesional lo ha mantenido durante tantos años, «les advertía a las personas, les aconsejaba, les intentaba ayudar pero, al final, me lo robaba la sociedad pese a que salía del banco convencido tras que yo le hiciera sus números». Ni la objetividad de unos razonamientos que «no son más que puras Matemáticas» ha facilitado el éxito del bancario contra la fiebre consumista que ha llevado a la tragedia a tantas familias durante este tiempo.
Un convenio Ibercaja para financiar un proyecto destinado a formación y empleo de mujeres ha sido, prácticamente, lo primero en abordar desde su nueva responsabilidad. En siete días le tocará la Semana de la Pobreza que organiza Cáritas Diocesana bajo el título genérico '¿Qué mundo estamos construyendo?'. «Consistirá en la exposición de personas muy comprometidas, con una gran experiencia, voluntarias en muchas ocasiones que a través de esa opción por los pobres han conseguido poner en valor esas cuestiones que desde Cáritas se alimentan», explica.