Chando llega a tiempo

El Murcia sufrió para vencer por la mínima (1-0) al Betis B. Los locales no tuvieron su día a la hora de materializar sus ocasiones y estuvieron a punto de pagarlo caro a pesar de haber dominado el encuentro. El equipo local falló un penalti, tiró al palo y solo cuando el partido estaba apagándose y la gente desfilando, apareció el goleador grana Chando para mantener a los murcianos líderes del grupo IV.

La primera mitad fue de neto color grana. Los de Iñaki Alonso dominaron ampliamente durante los cuarenta y cinco minutos, sin contarse ninguna ocasión digna de mención del equipo de Oli. A los murcianos les sigue costando horrores crear futbol. Los locales se encomendaban una semana mas a los brotes de luz de un Pedro que, por banda izquierda, siempre podía con Súper.

El equipo local seguía dominando, los béticos intentaban salir a la contra, pero los balones excesivamente largos buscando a Ryam nunca daban resultado, la dinámica no cambiaba y el dominio correspondía a un conjunto grana, que no conseguía plasmar el dominio en ocasiones claras de gol.

La reanudación, en sus primeros minutos, fue agobiante para un Betis que no sabia como quitarse el asedio del Murcia. Los de Iñaki Alonso tu»vieron tres ocasiones claras de gol que no consiguieron materializar, aunque la mas clara llegaría en el minuto cincuenta, un salto en el área de Chando y Kike con Juanito, el árbitro rigurosamente interpreta que el central bético empujó a Chando y señaló penalti. La pena máxima se encargaría de ejecutarla Pedro estrellando el balón en el larguero.

Esta ocasión y las anteriores dejaron tocados a los jugadores granas, que se dedicaron desde muy temprano en esta segunda mitad a hacer la guerra por su cuenta. El partido ya no respondía a ningún patrón establecido, el Murcia atacaba con desorden y los verdiblancos echaban balones fuera. Y en un centro de Isaac en el minuto ochenta y dos, se produjo un fallo de marcaje en el área, el balón le llega al centrodelantero Chando que, de cabeza, envía al fondo de las mallas.

Tras el gol, el Betis intento hacer lo que no había hecho hasta entonces, se fue arriba pero sin argumentos de ninguna clase para intentar nivelar la contienda.