El convenio de permuta del Pinar Hierro podría firmarse este mes

Hubo hasta una plataforma para defenderlo. Y es que el Pinar Hierro ha sido, sin duda, uno de los mayores ejemplos de gestión urbanística errática en el municipio. Esta zona, la pinaleta más importante y amplia de la ciudad, tiene sobre su pervivencia el yugo del ladrillo también en tiempos de crisis. Un acuerdo con una empresa privada permitió hace años que una parte contase con calificación de urbanizable.

La propiedad, entonces auspiciada por tiempos de bonanza económica, proyectó un complejo de 217 chalets y una zona residencial en una de las franjas laterales del pinar, con más de 230.000 m2 de superficie total, que enervaron a la ciudadanía, levantaron ampollas entre los ecologistas, y obligaron al Ayuntamiento a reaccionar.

Con varias denuncias de colectivos ecologistas de por medio, e incluso con sentencias judiciales que sancionaban a la promotora Proviaf, propietaria hasta hace un par de años del suelo, por 'arrasar' especies endémicas protegidas en unas 23 hectáreas a comienzos de la pasada década», el Pinar Hierro cayó en el olvido.

Llegó la crisis inmobiliaria, y el proyecto, ya en manos de otras empresas privadas, Seif-Procam (una de ellas vinculadas a la rama inmobiliaria de La Caixa), dejó de tener interés.

Sin embargo, fue entonces cuando la conservación de esta zona se convirtió en tema de estado. Gobierno y oposición se enzarzaron en defender su papel para conservar íntegro el Pinar Hierro, y la Plataforma vivió sus días de gloria.

Poco después de recuperar la alcaldía tras la etapa del cuatripartito, allá por 2009, el actual regidor José María Román, anunciaba un principio de acuerdo con la propiedad para evitar la construcción del residencial de lujo en la zona.

Pero no es hasta hoy día, casi dos años después, cuando podría rubricarse por escrito el convenio con la administración municipal para permutar los suelos y evitar la promoción en el Pinar Hierro.

Todo parece indicar que será a lo largo de este mes cuando se firme ese acuerdo. El primer edil reconoce las «dificultades» que el Ayuntamiento de Chiclana ha tenido que sortear para alcanzar un pacto satisfactorio para ambas partes.

Los propietarios han hecho una defensa acérrima de sus derechos urbanísticos, aunque cuando el tema estaba candente aseguraron que no construirían en el Pinar Hierro si la opinión pública no estaba de acuerdo en ello.

Sea como fuere, el acuerdo pasa por un cambio de edificabilidades, que dará suelo en otros puntos de la ciudad como Carboneros o Pago Melilla a los promotores. De este modo el Consistorio pasará a ser propietario de la franja urbanizable del Pinar Hierro, que cuando se apruebe el nuevo PGOU tendrá calificación de protegida.

El propio Román recuerda que el asunto del Pinar Hierro «viene de lejos». La oposición ha criticado siempre que fue precisamente un gobierno socialista el que puso en riesgo su conservación ambiental permitiendo que la iniciativa privada tuviera vía libre para construir.