Piden trece años de cárcel para un supuesto maltratador

La Fiscalía mantuvo ayer casi al completo la acusación contra F. J. R. J, un vecino de Algeciras que era juzgado en la Audiencia Provincial por maltratar supuestamente a su pareja durante varios años, además de injuriarla y amenazarla de muerte en varias ocasiones.

Sólo hizo un cambio: en lugar de pedir seis años por uno de los delitos de lesiones que le imputaba al procesado, solicitó cinco, porque consideró que la víctima no había sufrido ninguna deformidad a causa de los golpes. De esta manera, el procesado se enfrenta a una posible pena de prisión de trece años de cárcel, además de 16 días de localización permanente, y la prohibición de acercarse a su expareja y comunicarse con ella durante 23 años.

El acusado se encuentra ya en prisión preventiva, desde su detención en mayo de 2010, cuando se produjeron los últimos hechos denunciados. Entonces -según la fiscal- el acusado mantuvo una discusión con su pareja en el interior de su vehículo cuando estaban en mitad de la calle, en Algeciras, y durante la pelea el procesado supuestamente la golpeó dos veces «en el rostro con el puño cerrado», le agarró del cuello, le propinó otros dos bocados en el brazo y un dedo, y le dio tirones de pelo, mientras la insultaba y la amenazaba: «Te tengo que matar, eso es lo que estás buscando».

Sin embargo, las escenas violentas que según la Fiscalía sufría la mujer venían de al menos dos años antes, cuando comenzaron la relación en 2008, cuando -según la acusación- la sometió supuestamente a insultos, vejaciones y agresiones, que la presunta víctima nunca puso en conocimiento de la Policía.

De hecho, la detención de F. J. R. J. llegó a instancias de la familia de la víctima, que la animó a denunciar. Ella, sin embargo, aún mantenía ayer que seguía enamorada de su supuesto agresor.

La defensa, que pidió la absolución, presentó algunos testigos que apoyaron al procesado. Sin embargo, la fiscal pidió al tribunal que dedujese testimonio al menos de uno de ellos para denunciarle, porque consideró que su declaración era un invento y una mentira. El caso ha quedado visto para sentencia.