Un rebelde dispara una ametralladora mientras otro se resguarda durante un ataque de las fuerzas leales al dictador contra Ras Lanuf. :: AP
MUNDO

Gadafi anuncia la ofensiva definitiva para «aplastar la sublevación»Clinton anuncia que se reunirá con la oposición

El régimen dice haber reconquistado tras un gran ataque el enclave de Ras Lanuf, lo que es desmentido por los rebeldes

RABAT. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Nunca abandonaremos. Nunca nos rendiremos. Este es nuestro país. Luchamos aquí en Libia». Las palabras de Seif al-Islam Gadafi, hijo del coronel, retumbaron en Ras Lanuf, donde se encuentra el frente defensivo de los rebeldes, y que ayer sufrió la mayor ofensiva por tierra, mar y aire desde que comenzaron los combates. Según el vástago del guía de la revolución, sin embargo, no fue sino el comienzo de una enorme acción militar para aplastar a los sublevados.

A última hora de ayer no estaba claro aún en manos de quién se encontraba el enclave estratégico de Ras Lanuf, que alberga importantes instalaciones petroleras que han sido atacadas por la artillería de Gadafi. La contraofensiva de las tropas del régimen para retomar este puerto, situado a unos 450 kilómetros al oeste de Bengasi, la capital rebelde, ha sido despiadada. Un comandante insurgente aseguró a la cadena catarí Al-Jazeera que la plaza estaba perdida, y que todos sus hombres habían huido o estaban muertos, por lo que habían tenido que replegarse a Brega, más al este.

La información fue desmentida a Efe por el portavoz del Consejo Nacional de Transición, el gobierno opositor, pero lo cierto es que los rebeldes se encuentran en desventaja y ayer se vivieron momentos de caos en el frente.

Este desequilibrio de fuerzas, con las tropas de Gadafi bien pertrechadas de artillería, carros de combate y aviones, y los sublevados sin apenas formación militar, es cada vez más evidente. El propio director de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, reconoció que, en caso de que el conflicto se prolongue, como todo parece indicar, los rebeldes se encontrarían en una «situación complicada», ya que las fuerzas del régimen tienen mejores equipos y mayores recursos logísticos.

«El pueblo libio nunca dará la bienvenida a la OTAN ni a los americanos. Libia no es fácil», aseguró en una entrevista con la agencia Reuters, Seif al-Islam, ante el anuncio del organismo atlántico de reforzar su presencia naval ante la costa del país norteafricano. El discurso del más prominente de los hijos de Gadafi se ha ido endureciendo desde que se iniciara la crisis, que ha desembocado en una guerra civil.

Apoyos diplomáticos

Pero aunque la oposición está perdiendo por ahora la batalla militar, gana en el terreno de la diplomacia y cada vez son más los países que han iniciado contactos con el Consejo Nacional de Transición, entre ellos España. Francia ha sido el primero en reconocer al gobierno rebelde y EE UU también se reunirá con los opositores. La prensa extranjera, que fue invitada por Muamar Gadafi a Trípoli para que pudiera ver con sus propios ojos las «mentiras» de los sublevados, sigue sufriendo ataques en las zonas controladas por el régimen. Tres periodistas de la BBC fueron detenidos y torturados por las fuerzas del coronel, que les propinaron patadas, puñetazos y culatazos, y que simularon en varias ocasiones su ejecución. Los tres han sido puestos ya en libertad y han abandonado el país.

No han sido los únicos. Un reportero del diario brasileño 'O Estado de Sao Paulo' y otro del británico 'The Guardian' fueron también detenidos por las fuerzas del régimen cuando cubrían los combates en Zauiya, cerca de la capital libia. Reporteros sin Fronteras condenó estos ataques y aseguró que los periodistas «no deben pagar las consecuencias de un conflicto que opone a las fuerzas gubernamentales contra los insurgentes». El informador brasileño fue liberado ayer tras ocho días en manos de los leales de Gadafi, pero del británico aún no se sabía nada.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, explicó ayer que su Gobierno está manteniendo contactos con la oposición a Muamar Gadafi, tanto fuera como dentro de Libia. «Me reuniré con estas figuras tanto aquí en Estados Unidos como cuando viaje la próxima semana para discutir qué más podemos hacer», añadió, en referencia a su visita a Túnez y Egipto.

La Casa Blanca suspendió sus relaciones con el régimen al romper con la representación de la Embajada libia en Washington. La medida acredita que para EE UU el dictador ya no es el líder legítimo de Libia y por ello sus representantes en la legación de Washington deben abandonar el país. La medida era sólo cuestión de tiempo una vez que Obama consideró a Gadafi «en el lado equivocado de la historia».