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José Luis Rodríguez Zapatero, ayer, abordado por los periodistas a su llegada al pleno del Congreso. :: EFE
ESPAÑA

Zapatero niega que esté escondido y afirma que se fajará en la campaña

La dirección socialista intenta atajar la confusión en el partido por la suspensión del acto de Vistalegre y el debate sucesorio

RAMÓN GORRIARÁN
MADRID.Actualizado:

José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a demostrar que no piensa esconderse en la campaña de las elecciones del 22 de mayo para que su devaluada imagen no perjudique a los candidatos socialistas. Una tesis que defiende el PP y hasta algunos miembros del PSOE, temerosos de que el presidente del Gobierno reste más que sume a sus aspiraciones políticas. El líder socialista garantizó que su empeño para los comicios autonómicos y locales será que «les vaya lo mejor posible» a los candidatos de su partido e irá a todos los territorios donde haga falta.

El jefe del Ejecutivo compareció en el palacio de la Moncloa con el primer ministro de Polonia después de una cumbre entre los dos países y demostró que sabe que atraviesa las horas más bajas de sus dos mandatos, pero no por ello va a dar un paso al costado en la campaña electoral que se avecina. Preguntado sobre si su presencia favorece o perjudicará a los candidatos socialistas, puntualizó primero que «la trayectoria de cada uno está ahí» y los votantes «juzgan». En su caso, recordó, «me han juzgado en más de una ocasión», y en todas ganó en las urnas, no como otros, le faltó decir.

En esta ocasión, prosiguió, intentará que, pese a la delicada coyuntura para el PSOE, a los candidatos de su partido «les vaya lo mejor posible» para lo que tendrán «todo mi apoyo». Zapatero subrayó que «todo apoyo es bueno para un candidato, y se lo voy a dar con todas mis ganas». En resumen, vino a reconocer, que cualquier respaldo es útil, hasta el de un líder en su peor momento. Antes de que el líder socialista hiciera pública su disposición a fajarse en la campaña, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, uno de los mayores críticos de la indefinición de Zapatero sobre su candidatura, reclamó que si visita su comunidad, lo haga «con un pan bajo el brazo, con inversiones».

El presidente del Gobierno no valoró el comentario, pero quiso aclarar uno de los elementos de confusión que se han instalado en el partido gubernamental, su presencia en la campaña tras la inesperada suspensión del mitin en el palacio de Vistalegre del 3 de abril, un acto emblemático para los socialistas porque en ese escenario han dado el pistoletazo de salida a varias campañas electorales exitosas. Una decisión que desató un terremoto en el PSOE.

Tras el estupor de los primeros momentos, ayer salieron a la palestra distintos dirigentes, incluido el ex presidente Felipe González, para apagar la hoguera creada y situar en la más absoluta normalidad la decisión de anular el mitin. La dirección del partido insistió por activa y por pasiva que la decisión no tiene nada que ver con la hipotética sucesión de Zapatero en las elecciones de 2012, pero muchos tienen la mosca detrás de la oreja.

«Me parece normal, no tiene importancia», afirmó el ex jefe del Ejecutivo sobre la decisión del comité electoral. González rechazó, de paso, que esa decisión persiga esconder al líder socialista en una campaña electoral que pinta mal para el PSOE.

Mitin en Murcia el 3 de abril

El mismo mensaje se lanzó desde la dirección del partido y para demostrar que no se trata de ocultar al líder, Zapatero participará el 3 de abril, el día que debía celebrarse el acto en Vistalegre, en un mitin de precampaña en Murcia, según informaron desde la dirección del PSOE.

Es la mejor forma, indicaron fuentes socialistas, de demostrar que la estrategia pasa por colocar el foco en los aspirantes autonómicos y municipales, y no dar a la campaña un perfil nacional como quiere el PP para que las votaciones del 22 de mayo sean la primera vuelta de las elecciones generales del próximo año.

Celebrar un acto en Murcia el 3 de abril con el líder del PSOE resta asimismo valor al argumento de que el mitin de Vistalegre se suspendió porque Zapatero iba a anunciar en el Comité Federal previsto para el día anterior que no iba a ser el candidato en 2012. Los defensores de esta hipótesis decían que en ese caso el recinto madrileño sería lo más parecido a un velatorio, y una pésima forma de arrancar la precampaña electoral.

Lo cierto es que dentro de la confusión reinante quienes respiran aliviados son los 'barones' territoriales, que lo que menos desean es una campaña electoral en la que se someta al veredicto público la labor de Zapatero y no la gestión autonómica y municipal. En ese sentido, el mitin de Vistalegre hubiera conducido a una 'nacionalización' irremediable y a situar la contienda electoral en el terreno que buscan Mariano Rajoy y el PP, afirman desde la ejecutiva socialista, donde insisten en que la 'territorialización' es la mejor estrategia para el 22 de mayo sin que ello implique renegar de la gestión gubernamental.

Pero los dirigentes que están inquietos y confundidos por el volantazo no acaban de entender por qué la decisión no se abordó en la reunión de la comisión ejecutiva federal del pasado lunes, con Zapatero delante. Máxime cuando la decisión ya estaba tomada, al menos, desde la semana anterior, y el comité electoral reunido ese mismo lunes no hizo más que refrendar algo ya resuelto por el presidente del Gobierno y el número dos del partido y responsable de la campaña, José Blanco. «No sé si habrá algo más detrás, pero lo cierto es que se ha hecho mal», comentó un alto dirigente.