Cacaolat ultima su entrada en concurso de acreedores

Prosigue la caída del imperio de Nueva Rumasa. Antes del final de esta semana, la dirección de Cacaolat presentará en un Juzgado Mercantil de Barcelona la documentación necesaria para que comience su proceso concursal, la antigua suspensión de pagos. Los sindicatos no tuvieron constancia de esta decisión hasta que ya estaba tomada. Los representantes del comité de empresa se resignan: «Como está la compañía, tampoco había muchas más alternativas».

Tampoco corren buenos tiempos para Clesa. Su delegación en Madrid presentó este miércoles un expediente de regulación temporal de empleo de seis meses de duración para la totalidad de la plantilla, 307 trabajadores. De esta forma, se cumple la petición de los sindicatos, que reclamaban ese paso para poder percibir prestaciones por desempleo. La firma lleva casi diez días en el dique seco y adeuda cuatro mensualidades a sus trabajadores.

Todo indica que aquí no acabarán los problemas para Nueva Rumasa. Y es que los hijos de José María Ruiz-Mateos anunciaron el martes que preveían el despido de entre 500 y 1.000 trabajadores en todo el grupo.