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Parte del patronato de la Fundación Carlos Edmundo de Ory recogió el legado. :: ANTONIO VÁZQUEZ
REPORTAJE

Cádiz ya guarda los tesoros de Ory

La herencia que cedió a la ciudad el creador del Postismo está formada por más de 8.000 piezas bibliográficas, de arte y fotografías El legado del poeta fue trasladado ayer al Centro Cultural Reina Sofía pero no se descubrirá hasta abril

ROCÍO VÁZQUEZ rvazquez@lavozdigital.es
CÁDIZ.Actualizado:

Libros, cartas, fotos, collages, dibujos, una colección de caballos, otra de juguetes, y decenas de obras de arte. Los documentos, 'machacados' a anotaciones; los retratos, dedicados; las piezas, rubricadas; las series, perfectamente ordenadas. Casi 8.400 unidades conforman el legado que cedió en vida el poeta gaditano Carlos Edmundo de Ory y que desde ayer mismo está custodiado en la sede de la fundación que lleva su nombre. El traslado culminó en la mañana de ayer, cuando los trabajadores de una empresa de mudanzas bajaron una a una las casi 300 cajas que contienen los tesoros legados por el creador del Postismo. Miembros del patronato de la Fundación Carlos Edmundo de Ory, entre los que se encontraban el concejal de Cultura Antonio Castillo, el escritor Jesús Fernández Palacios, el cantautor Fernando Polavieja, la poetisa Pilar Paz Pasamar y la profesora Nieves Vázquez, recogieron en el Centro Cultural Reina Sofía (de forma simbólica se entiende) el envío procedente de Thezy Glimont.

Hasta el pequeño pueblo francés se trasladaron el pasado 19 d e febrero Carlos Casado, técnico de la Biblioteca Municipal de Cádiz y Fernando Osuna, técnico de la Fundación Municipal de Cultura. Durante diez días, inventariaron en el domicilio de los Ory-Lachèroy todas las unidades bibliográficas y objetos personales del poeta gaditano, fallecido el pasado noviembre. Y aunque en principio se preveía una cantidad que rondaran la cifra de las 7.000, al final resultaron ser 8.394. Todas están ya en la segunda planta del Reina Sofía, eso sí, sin desembalar. Habrá que esperar al Lunes Santo para descubrir el contenido de tanta caja.

Esa es la fecha prevista para el próximo viaje a Cádiz de Laura, la viuda de Ory. Será ella, como presidenta de la fundación, la que proceda a su apertura. Entonces se celebrará la primera reunión del patronato. Una cita en la que muy probablemente se cierre una exposición con parte de las obras de arte cedidas. Así lo adelantó Antonio Castillo, aunque reconoció que este plan está aún en fase preliminar.

Catálogo pormenorizado

Lo que sí está fijado en rojo en el calendario de la fundación es la elaboración de un catálogo pormenorizado de todos los ejemplares guardados ahora en el Centro Cultural Reina Sofía. El fondo bibliográfico está formado por los libros del autor gaditano junto a una colección de obras coleccionadas con especial interés. Tratados de filosofía, de literatura francesa, manuales de ciencia... De este legado destaca además la serie fotográfica, que refleja la relación de Ory con otros escritores coetáneos como José Hierro, Gloria Fuertes o el mismo Jesús Fernández Palacios.

Sobresale asimismo la firma de Azorín o los dibujos dedicados por Rafael Alberti. La faceta artística de Ory está representada por su colección de collages, la mayoría inéditos. Aunque sin duda, de todas las unidades cedidas, es la colección de caballos, de madera, cartón piedra o metal, a la que el poeta gaditano le tenía especial cariño. También están ya en Cádiz las miniaturas militares de plomo que representan al ejército francés en la época de la guerra franco-prusiana, así como una serie de pinturas de Laura Lacheroy y los dibujos firmados por José Hierro y Luis Eduardo Aute.

Hasta que se corten los precintos, la fundación no dará un paso más en su trabajo de recordar y poner en valor la figura del Hijo Predilecto de Cádiz. Mientras tanto, Luis Quintero seguirá esculpiendo el busto de Ory, que será colocado en la Alameda frente a la casa del poeta, que murió en Francia en noviembre y cuyas cenizas se esparcieron en el mar de Cádiz. La pena de todos los presentes ayer en este acto simbólico de recepción del legado fue que el viejito del sombrero no pudo estar presente. Fue su voluntad donar sus tesoros a la tierra que lo vio nacer. Deseo cumplido.