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Dos ciudadanos que tratan de abandonar Libia reponen fuerzas en un campo de refugiados cercano a la frontera con Túnez. :: AFP
MUNDO

La UE bloquea el mayor fondo libio

Congela las inversiones del brazo internacional del régimen con participaciones en bancos, periódicos y clubes de fútbol

IÑAKI CASTRO CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

Las sanciones internacionales empiezan a apretar en zonas sensibles al régimen de Gadafi. La UE alcanzó ayer un principio de acuerdo para extender las restricciones aprobadas la semana pasada y congelar las cuentas de la Autoridad Inversora Libia (LIA, por sus siglas en inglés). Este fondo soberano, que maneja unos activos estimados en más de 50.000 millones de euros, es el gran brazo financiero internacional ideado por la dictadura norteafricana en 2006 para diversificar los enormes ingresos procedentes del petróleo.

Aunque el impacto de la congelación de las cuentas no está claro, la UE empieza a estrechar el cerco sobre los beneficios multimillonarios que el crudo y el gas han reportado a Libia en los últimos años. Según fuentes comunitarias, la ampliación del paquete de sanciones no solo afectaría a la LIA, sino que otro puñado de entidades verían igualmente bloqueados sus activos. Entre ellas podría encontrarse el Banco Central del país, aunque Bruselas todavía no ha confirmado este extremo. EE UU ya tomó medidas hace varios días tanto contra el fondo soberano como contra el supervisor libio por su vinculación directa con Gadafi.

Europa, sin embargo, ha meditado un poco más sus movimientos por el impacto que podrían tener en las empresas con participaciones de la LIA. De acuerdo con distintas fuentes, el fondo soberano ha invertido miles de millones en varios países comunitarios y en sectores tan dispares como la industria automovilística, los medios de comunicación e incluso el fútbol.

Ayer, Malta bloqueó en un primer momento el acuerdo para ampliar las sanciones hasta que se ofrecieron garantías para las compañías europeas que se vean afectadas. La LIA inició sus operaciones en 2006 en pleno proceso de reinserción internacional de Libia. El régimen había logrado un par de años antes que tanto la UE como EE UU le levantaran las sanciones después de que aceptara indemnizar a las familias de las víctimas del atentado de Lockerbie y renunciara a contar con armas de destrucción masiva. A medida que normalizaba las relaciones con el mundo, el país norteafricano veía cómo el maná del petróleo y el gas dejaba cantidades ingentes de dinero.

Un hijo futbolista

La dictadura de Gadafi optó entonces por utilizar la LIA tanto para diversificar sus inversiones como para ganar credibilidad internacional. En la UE, Italia y Reino Unido fueron los principales destinos de sus negocios. En la antigua metrópoli, el fondo soberano compró el 2,6% del banco Unicredit, una participación algo menor en Fiat y un 7,5% de la Juventus, el laureado club de fútbol turinés. Uno de los hijos del líder libio, Al-Saadi, era la cara visible del régimen en el equipo. Empeñado en ser futbolista profesional, este joven llegó a militar en tres conjuntos de la liga transalpina, pero no consiguió vestir la camiseta de la 'Juve'.

La LIA, que según algunas informaciones es el 13º mayor fondo soberano del mundo, también utilizó Londres como base de sus operaciones. El entramado financiero compró en la capital británica un 3% del grupo Pearson, editor de 'Financial Times'. Con esta adquisición, el régimen norteafricano se convirtió en el quinto accionista de la 'Biblia' europea del mundo de los negocios con una participación de 290 millones de euros. Pearson anunció la semana pasada que la inversión había sido congelada, lo que implica que no recibirá dividendos. HSBC, el mayor banco de Reino Unido, actúa como gestor de la LIA en el país.

Una vez alcanzado el acuerdo en el seno de los Veintisiete, solo resta la aprobación formal de este nuevo paquete de sanciones. Bruselas confía en que el aval definitivo llegue incluso antes de la cumbre de presidentes convocada el viernes para analizar las revueltas en el mundo árabe. Hasta ahora, las cuentas vinculadas a Gadafi habían sido congeladas a título individual en distintos países.