Ocho días a oscuras y sin clientes
Los hosteleros denuncian ya grandes pérdidas por la falta de luz y el Ayuntamiento exige a la empresa que cumpla el contrato
JEREZ. Actualizado: GuardarLa cuerda siempre se rompe por la parte más débil. Así expresaba ayer el presidente de la Asociación de Comerciantes de Jerez (Acoje), Fernando García, el estado de desesperación por el que atraviesan los hosteleros y comerciantes que a todos sus problemas tienen que sumar ahora la falta de luz que ha provocado la decisión de la UTE encargada del alumbrado público de suspender el servicio por el impago municipal.
García, que ayer recordaba que hace ya más de una semana desde que comenzó el pulso entre el Consistorio y la UTE formada por Auditel y Editel y la plantilla dejó de trabajar, calcula que las pérdidas que están sufriendo ya los hosteleros en pleno Festival de Jerez son de un 80% respecto al pasado año.
Ésa es la cifra que barajan ya en el bar El Tabanco, ubicado en la plaza Rafael Rivero, y que ha pasado de ser centro neurálgico de los flamencólogos que tras el Villamarta se dirigen a la plaza Compañía a convertirse en una boca de lobo oscura y desoladora por la que nadie quiere transitar.
Eso lo saben bien los responsables de este bar, Luis Arriaza y Miguel Ángel Siles, que recalcan que «desde el primer día de parón estamos sufriendo los apagones», y que ayer no sólo hablaban de las pérdidas económicas para su negocio que, como cada año «reforzó las compras por las perspectivas del Festival de Jerez», sino que sobre todo hicieron hincapié en «la mala imagen para el turismo y para los aficionados que nos visitan estos días».
Y es que por más imaginación que le han echado con linternas, farolillos o velas, los únicos clientes que están teniendo estos días son sus habituales, que ayer mascullaban que «en el Ayuntamiento solo hay gentuza, porque de lo contrario no se entiende que nos les importe la situación a la que están empujando a estos empresarios».
Ellos, y los propietarios de la Abacería, el local que está justo al lado del Tabanco, narran que estos días «los que van por la calle llevan linternas encima por si acaso», así como que «ya habido algunos tirones de bolsos y se crea mucha inseguridad con tanta oscuridad».
En esta tesitura, estos hosteleros recuerdan al Consistorio que «nosotros pagamos nuestros impuestos, y tenemos derecho a servicios dignos, porque de lo contrario nos vamos a tener que plantear dejar de abonarlos». Y mientras Arriaza hacía esta afirmación, casi como si estuviera previsto, le llegaba de manos de una repartidora la carta del Ayuntamiento con la orden de abonar la tasa por la instalación de veladores en la terraza.
«Es increíble, cada vez más problemas, y cuando falta poco para la Semana Santa», apuntaba antes de añadir que «parece que la alcaldesa ha dicho eso de 'para lo que me queda en el convento...'».
Así las cosas, el Ayuntamiento ordenó ayer a la Delegación de Infraestructuras que se encargue del mantenimiento del alumbrado, lo que permitió que anoche la luz volviera a algunas zonas como la céntrica calle Francos.
Al tiempo, lanzó un mensaje de advertencia a la concesionaria -con la que además hoy tiene previsto mantener un encuentro- y le exigió que «aplique el contrato aún en vigor, ya que éste aún se no ha resuelto, por lo que está incumpliendo el mismo desde hace varias semanas». El Consistorio subraya que «no se dan las condiciones legales para que la relación contractual se extinga». Además, dice que esta empresa es adjudicataria de un servicio esencial y de primera necesidad y que «suspenderlo unilateralmente causa un perjuicio extremadamente grave a toda la ciudadanía».
Asimismo, hace constar que la fecha de emisión de la primera certificación es del 5 de noviembre de 2010, por lo que no ha transcurrido el plazo de cuatro meses de la demora en el pago y tampoco el mes de antelación previsto en la Ley de Contratos del Sector Público para la suspensión del contrato.