La enfermedad de Rubalcaba estimula el debate sucesorio
El jefe del Ejecutivo elude el tema y anula su primer gran acto electoral en el emblemático palacio de Vista Alegre
MADRID.Actualizado:Todo va camino de quedar en un buen susto. Alfredo Pérez Rubalcaba abandonó ayer por fin la UCI y fue trasladado a planta. José Luis Rodríguez Zapatero aseguró en una comparecencia junto al presidente chileno, Sebastián Piñera, que su vicepresidente «está mejor». Nadie se atreve a vaticinar aún cuándo podrá regresar al trabajo, pero el jefe del Ejecutivo dejó claro que si alguien soñaba con quitárselo de en medio le tocará aguantar. «No sé los días que tardará en reincorporarse -señaló- pero seguro que lo hará en cuanto pueda».
La enfermedad de Rubalcaba ha generado mucha más rumorología de lo que habría cabido esperar de una simple dolencia debido a su condición de supuesto delfín de Zapatero. Son muchos, y de mucho peso en el PSOE, quienes ya le señalan como el único capaz de evitar un hundimiento de su partido en las elecciones generales. Incluso quienes no lo quieren como candidato admiten su valía. De ahí que la evolución de la infección urinaria que le llevó al hospital el domingo y le ha dejado fuera de juego durante unos días haya sido seguida casi al minuto por sus compañeros.
Bromas ha habido a cientos, pero también manifestaciones con calado político y mensajes internos. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se mostró convencido de que nada de lo ocurrido hará al número dos del Gobierno replantearse su futuro político, sea el que sea. El dirigente autonómico fue uno de los primeros en afirmar en público que, si Zapatero decide no presentarse a un tercer mandato, su candidato sería Rubalcaba. Es cierto que, cuando la ministra de Defensa, Carme Chacón, lanzó una bengala al aire para advertir de que ni ella ni un importante sector del partido admitirían políticas de hechos consumados, Fernández Vara matizó que la candidatura de la política catalana también le parecería bien. Pero hace tiempo que los 'barones' parecen haberse decantado por la hoja de ruta que manejan el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, y el propio vicepresidente.
Contaminación
«Quien se atreva a afirmar que Alfredo va a aprovechar su estado de salud para quitarse de en medio no lo conoce», advirtió en Onda Cero el gobernante extremeño. No hablaba estrictamente en clave sucesoria, pero todo el mundo tiene claro en el PSOE que el debate sobre qué pasará si Zapatero opta por irse ha terminado por contaminar hasta el más mínimo comentario.
Vara insistió una vez más, como hizo también el sábado el lehendakari, Patxi López, en que sería conveniente que el presidente deshoje la margarita cuanto antes, para evitar que las elecciones autonómicas sean utilizadas por el electorado para mandarle un recado.
De momento, Zapatero sigue sin darse por aludido. Hasta ahora ha hecho añicos todas las predicciones. La idea de que solo desvelará sus intenciones ante la plana mayor del partido había llevado a muchos a pensar en la reunión extraordinaria del comité federal del pasado sábado, en ese mismo órgano de dirección que está previsto que se reúna el 26 de marzo, aunque no está nada claro que se celebre, y en el acto del 3 de abril en el palacio de Vista Alegre. Pero este último evento se ha suspendido, según fuentes del partido, porque implicaba un «esfuerzo» demasiado grande a tanto tiempo de las elecciones.
El jefe del Ejecutivo ni siquiera se ofreció a dar una pista ayer cuando se le preguntó aprovechando la conmemoración del Día de la Mujer, si España está preparada para ser presidida por una fémina. «No es hoy el día más apropiado y menos aquí», respondió incómodo.