El pago de la deuda arranca contra Cesc
El 2-1 de Londres obliga a los azulgrana a remontar, pese a que no podrán contar en el centro de la defensa con Puyol y Piqué El Barça se juega su continuidad en la 'Champions', el título que Guardiola prometió a la afición
BARCELONA. Actualizado: GuardarEl Barça se juega hoy su continuidad en la Liga de Campeones, el título que Pep Guardiola prometió a sus aficionados en la celebración de la última Liga cuando desde el centro del terreno de juego del Camp Nou, micrófono en mano, dijo aquello de «os debemos una». Se refería a la emotiva movilización barcelonista que se vivió para intentar remontar al Inter de Mourinho el 3-1 de Milán en la pasada semifinal. Pero pese al intimidador factor ambiental, el 1-0 no bastó entonces. Ese resultado sí sería suficiente ahora para eliminar al Arsenal, que ganó 2-1 en Londres. Y aunque el técnico azulgrana volvió a pedir la ayuda de sus seguidores -«La gente nos va a llevar a cuartos de final»-, parece que la lección está aprendida: el objetivo es que la ansiedad no se apodere de los jugadores.
El equipo de Arsène Wenger también llega mentalizado para no cometer los errores de la pasada temporada, cuando en la eliminatoria de cuartos de final cayó 4-1 en el Camp Nou tras el 2-2 del Emirates Stadium. Messi fue el autor de aquel póker de goles ante una escuadra que jugará con menos alegrías.
Cesc Fàbregas, quizás jugador del Barça la próxima temporada, deseo confeso de Guardiola, corazón azulgrana desde la cuna, el canterano que se marchó al Arsenal en edad cadete, podrá disputar por fin un partido en el Camp Nou. El de la pasada campaña se lo perdió por lesión, pero en esta ocasión, aunque por los pelos tras un percance muscular, llega a tiempo. Su presencia es de lo más morbosa. ¿Se comportará con su carácter habitual? ¿Medirá sus reacciones por miedo a torpedear su propio fichaje? ¿Le perdonará la afición que también haya flirteado con el Madrid? «No tengo nada en mi cabeza por jugar contra el Barça en el Camp Nou. Solo quiero ganar, aunque claro que es un día especial», confesó el de Arenys, que dio la cara en la sala de prensa del estadio azulgrana.
Pero no es Cesc el causante de un enfado relativo de Guardiola por su recuperación, sino Van Persie, el último truco de Wenger, un amante del juego del escondite. «Esta mañana se ha levantado bien y ha viajado, pero no es ningún truco de ninguna manera. La verdad es que antes del partido el cuerpo médico decidirá si es posible que juegue o no. Solo jugará si está al cien por cien», apuntó el técnico francés, que hace siete días comunicó oficialmente que el holandés tenía para tres semanas de baja.
Busquets y Abidal, centrales
Pep replicó en su rueda de prensa: «El señor Wenger dijo que Van Persie era baja y ahora es alta; en la ida ya hizo lo mismo con Nasri; y el año pasado ocurrió igual con Cesc en Londres. ¡Y todavía hay vuelos privados para que llegue Walcott en el último momento!». El extremo inglés, pese a la irónica sospecha de Guardiola, sí será baja por lesión, al igual que Song, Vermaelen y el portero Fabianski. «Walcott lo verá por televisión y espero que lo que vea sea la clasificación del Arsenal», afirmó Wenger, quien intuye un partido vistoso: «Creo que los dos equipos tienen una filosofía similar y tienen el deseo de ganar mañana con la capacidad que tienen de jugar bien al fútbol. El principal problema para nosotros es salir de la primera presión que realiza el Barcelona. Sabe muy bien cómo hacerla y deberemos solucionarlo».
Guardiola también deberá solucionar el problema provocado por las bajas de los dos centrales titulares: Piqué, por sanción, y Puyol, por lesión. «Me ofrezco voluntario», reconoció Sergio Busquets en su comparecencia. El de Badia está llamado a formar en el centro de la zaga junto a Abidal. En el 4-1 de la pasada campaña, curiosamente, tampoco pudieron jugar Puyol y Piqué. Entonces lo hicieron Márquez, ya fuera del club, y Milito, que no atraviesa su mejor momento.
«Si perdemos no será por las bajas, y que nadie lo dude, iremos a por ellos. Vamos a atacar y a intentar hacer goles, pero sabiendo que el rival es un gran equipo. Ya dije el día del sorteo que era el peor rival posible y tengo la seguridad de que si pasamos a cuartos de final vamos a hacer una muy buena competición», aseguró el técnico azulgrana.