Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizJerez
Jerez

Sin ayudas públicas salvo alguna de kilometraje que ya tampoco percibe

G. ÁLVAREZ
JEREZ.Actualizado:

La ausencia de ayudas con la que la familia Aldón-Vidal debe afrontar la situación de su hijo es tal que, cuando han dispuesto de algo, apenas si han gozado de una por kilometraje como las que contempla cualquier beca normal. «100 ó 200 euros al año», aclara Manoli. «Pero ya ni eso, dicen que la han quitado», explica. Y, pese a tantas complicaciones, no contemplan la posibilidad de abandonar su casa en el lugar en el que siempre han vivido. «Este es nuestro sitio», insiste con vocación de permanencia incuestionable pese a que parezca razonable un traslado al casco urbano. Allí seguirán, aseguran, hasta el final de sus días.

«Yo no quiero imaginármelo», dice sin embargo sobre el futuro de su hijo cuando falten a su lado padres tan abnegados. «Yo vivo el día a día, y ya está», añade sugiriendo con la boca pequeña que no es un chaval al que pudiera aventurársele una existencia larga. «Pero es duro reconocer eso, si le pasa algo a él me pasa a mí también», insiste mirando a Sergio que gesticula en un nivel de comunicación que requiere de grandes dosis de intuición por parte del receptor. «Todo el mundo no lo entiende pero los que estamos día a día con él sí sabemos lo que quiere», explica con gran resignación.

Hace dos semanas se inauguraba un ascensor especial que favorece la salida de su casa. «Ese día sí que se le advertían signos de gratitud». El gesto del Obispado llevó a su padre a decir que «ha terminado ayudándome quien menos lo esperaba». De la falta de apoyo de las instancias públicas prefiere ni hablar.