Jugó para ganar
El Xerez frenó la racha negativa, pero fue víctima de un penalti más que riguroso que le impidió llevarse los tres puntos de Huesca; Los azulinos merecieron más; firmaron una buena primera parte y se adelantaron en el marcador en el segundo tiempo
ESPECIAL A HUESCA sgalvan@lavozdigital.es Actualizado: GuardarSe acabó la racha negativa del Xerez. El sol no apareció por Huesca, pero el Deportivo al menos encontró un apaga fuego que le sacó de la senda de las derrotas. Y pese al empate, lo mejor de la tarde fue el fútbol de los azulinos, pues el Xerez jugó para ganar y el colegiado hizo que acabara empatando. Especialmente buena fue la primera parte ya que se pudieron ir al descanso con un buen marcador. A poco que hubieran tenido algo de fortuna y acierto, los xerecistas deberían haber acabado la primera parte como mínimo con un 0-2. Y es que viendo partidos como el de ayer no parece extraño que el Xerez haya sumado prácticamente los mismos números lejos de Chapín que cuando juega en Jerez. De hecho, no es ninguna casualidad. Son muchas las tardes en las que los hombres de Javi López han ofrecido su mejor versión actuando como visitantes. La presión de la grada de Chapín, el 'run-run' sobre Javi López, los planteamientos conservadores de los rivales en el estadio jerezano... muchas pueden ser las causas, pero solo una es la realidad, y es que los azulinos parecen salir mucho más cómodos fuera de casa. Ayer se demostró nuevamente. El Deportivo llegó inmerso en una profunda crisis de resultados al campo de uno de los equipos que pasaba por mejor momento. El Huesca había sido capaz de vencer a dos gigantes como el Celta y el Rayo, pero tuvo que ver como los xerecistas les pasaban por encima en los primeros cuarenta y cinco minutos. Y es que solo se puede calificar de milagro que el Xerez se fuera al descanso sin haber estrenado el marcador, pues tres fueron las ocasiones clarísimas que los azulinos desperdiciaron. Dos de ellas tuvieron como protagonista a un Mario Bermejo que salió de inicio junto a José Mari. El sevillano, ya totalmente recuperado de su esguince, regresó directamente al once y demostró una tarde más que es el hombre que marca la diferencia dentro de ese vestuario. El punta peinó el primer balón peligroso para los intereses del Huesca y se lo dejó en bandeja para que Mario lograra el primero de la tarde y plasmara en el marcador la superioridad de juego que el Xerez estaba mostrando. El esférico venía de la esquina, José Mari la tocó en el primer palo, pero a Bermejo no le dio tiempo a cargar la pierna y la empujó sobre el lateral de la portería cuando lo más fácil parecía que adelantara en el luminoso a los azulinos.
El Xerez tenía el domino del partido, controlaba el balón y le ganaba terreno al Huesca cuando llegó la segunda ocasión clara al filo de la media hora. Pero si en la primera de Mario se encontró con el lateral de la red, en la segunda Bermejo se topó con la cara de un defensor azulgrana que impidió el tanto del cántabro sobre la línea de gol.
Mario fue el que tuvo las mejores ocasiones, pero el juego lo pusieron la sociedad Capi-José Mari. La dupla sevillana aprovechaba cada uno de los muchos balones que Bruno -esta vez sí- robaba en la zona ancha. Entre Capi y José Mari fabricaron la mejor jugada de la primera parte, pero esta vez fue Andrés, el que impidió que los xerecistas se adelantaran. La combinación fue un perfecto escaparate de las virtudes de los sevillanos. Temple de Capi; velocidad, potencia y calidad de un José Mari que trató de sorprender con un preciso zurdazo. Andrés tuvo que sacarlo de la escuadra.
En la segunda parte el escenario del partido cambió. La escena era bien distinta porque el Huesca incrementó varios enteros su nivel de intensidad, recuperó los metros que el Xerez le había robado y repartió bocados en el centro del campo. A Bruno le costó mucho más recuperar en el círculo central, pues el ritmo había cambiado y el Huesca volaba hacia la portería de Chema. Pese a todo, tampoco lograba grandes ocasiones de peligro. Es más, Andrés tuvo más trabajo que Chema en la primera media hora de la segunda parte.
Gol de Bermejo
Edu Moya tuvo ayer su oportunidad ya que Javi López dejó a Redondo en el banquillo. Defendió sin complicaciones y subió poco la banda, aunque en el tramo final del encuentro le dio por aventurarse al ataque. Al lateral azulino le sonrió la suerte y a base de rebotes y pelea logró llegar a línea de fondo. Desde casi la esquina se la puso a Bermejo al segundo palo, que picó su testarazo sobre la línea de gol. El cabezazo de Mario tuvo tanta potencia que subió hasta el larguero y salió repelido. La jugada sembró muchas dudas en un colegiado que tuvo que mirar a su asistente para dar el gol que puso por delante a los azulinos.
Restaban diez minutos para el final, pero después de cuatro derrotas y con el marcador favorable, Javi López movió el banquillo para tratar de conservar lo que pensaba que ya tenía en el zurrón. Se equivocaba, pues la alegría le duró poco más de cinco minutos. El tiempo que el colegiado tardó en señalara un riguroso penalti de José Mari, que Camacho transformó en el gol del empate. El juego del Xerez había sido bueno, por momentos brillante, pero el saldo no terminaba de ser satisfactorio, pues solo sumaba un punto que no le servía para aprovechar los tropezones de los rivales de la zona alta y, para colmo, perdió a José Mari para la próxima semana, pues el sevillano fue expulsado por doble amonestación.