Una detención 'de régimen abierto' en los juzgados de El Puerto

La sala de vistas número 1 de los juzgados de El Puerto se convirtió ayer en el particular e improvisado 'calabozo' donde los tres detenidos -Fernando Jiménez Fornell, Juan Carlos Rodríguez y Milagros Trigo- permanecieron a la espera de la decisión judicial. En este caso, no pasaron por los calabozos habituales del juzgado por decisión del juez instructor, que abrió la mano a la hora de disponer la guardia y custodia de los detenidos. Tanto fue así, que la sala de vistas, más que unos calabozos, parecían una sala de visitas, en la que se permitió el acceso a los familiares, compañeros y amigos de los detenidos, que fueron pasando por el órgano judicial a lo largo de todo el día. Sobre todo, los allegados de Rodríguez, y entre ellos, Josefa Lojo. El régimen de detención era tan flexible que hasta los detenidos podían dejar la sala, para dar intranquilos paseos por el hall de los juzgados, bajo la mirada eso sí de los agentes de policía que aguardaban desde la puerta. Mientras, el entrar y salir de personas en la sala era constante, aunque el acceso sólo estaba permitido a «familiares», no a periodistas. Alrededor de las 18.00 horas, el juez tuvo que poner algo de orden, porque el número de visitantes era mayor que el de los detenidos y algunos incluso estaban hablando por teléfono dentro de la sala. El régimen de visitas se limitó a un solo familiar. Además, los detenidos debían ir al baño acompañados y tenían prohibido fumar.