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Condenan al dueño de un camión detenido en 2001 por meter hachís en el muelle de Cádiz

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Felipe Alcaraz Marín -un hombre de 38 años, natural de Cartagena (Murcia) y propietario de uno de un camión de gran tonelaje- ha sido el último condenado por la Audiencia Provincial de Cádiz por participar en una trama de narcotráfico que introducía hachís por el muelle gaditano, y que fue desarticulada por la Guardia Civil hace diez años, a finales de 2001.

En esta trama fueron implicadas también otras trece personas -entre ellos Pedro José G. P, un vigilante de Aduanas, y dos policías retirados-, que fueron hallados culpables por el mismo tribunal a comienzos de 2009. Entonces, Felipe Alcaraz se encontraba en rebeldía, al estar en paradero desconocido.

En realidad, Alcaraz no había huido, sino que se encontraba encarcelado en una prisión de Tánger (Marruecos), de la que salió en agosto de 2009. Con todo, su juicio ha tardado desde entonces más de un año y medio en celebrarse, a comienzos del pasado mes de febrero, y casi diez años desde que se llevó a cabo la operación de la Guardia Civil en Cádiz.

Finalmente, el acusado ha admitido los hechos que la Fiscalía le imputaba y ha llegado con ésta a un acuerdo de conformidad, por el que ha sido condenado a tres años y un día de prisión en una sentencia firme.

Alcaraz era el dueño de uno de los camiones que fueron utilizados en la trama de narcotraficantes para introducir hachís desde Marruecos en el muelle de Cádiz. Según el tribunal, los cabecillas de la red llegaron a captar a un agente del Servicio de Vigilancia Aduanera, que debía dejar pasar la mercancía en el muelle; y a dos agentes de policía, que a su vez debían ganarse la confianza de un agente de la Guardia Civil del puerto. Éste fingió colaborar con los narcotraficantes, aunque dio a conocer el alijo a sus superiores, lo que permitió la operación.