Un viaje con doble objetivo
La visita a Catar, Emiratos y Túnez revela una mayor actividad exterior del presidente
Actualizado: GuardarEl viaje del presidente Zapatero a Catar, Emiratos y Túnez muestra por fin una mayor actividad del presidente en política exterior. Es un viaje con dos partes muy diferenciadas, la primera dedicada a asuntos económicos y la segunda mucho más política, por la revolución aún reciente en las calles de Túnez. Ayer tras la primera parada de Zapatero en Catar, un importante suministrador de gas de España, el primer ministro anunció que su país invertirá al menos 3.000 millones de euros en España, 300 de los cuales irán a recapitalizar cajas de ahorros. Se supone que el resto de la inversion se destinará a participaciones en empresas españolas de telecomunicaciones y de energía. Sin embargo, no se trata de inversiones de empresas privadas que cumplan con códigos de buen gobierno corporativo y sigan criterios de mercado. Por el contrario, las compras anunciadas obedecen a directrices políticas por parte de los llamados fondos soberanos, vehículos de inversión pública opacos y dirigidos por la cúpula de un Estado no democrático. Zapatero ha querido vender la noticia como una constatación de la confianza internacional en nuestro país, algo que sin embargo tiene otras mediciones más transparentes como la opinión de los mercados financieros o la inversion extranjera proveniente de países más homologables con España. Los dos presidentes también trataron sobre las inversiones en infraestructuras en Catar, que organizará el mundial de futbol de 2022, y la posible participación de empresas españolas. Hoy en los Emiratos la gira del presidente continúa y abordará de nuevo el suministro de energía y las inversiones recíprocas. Finalmente, Zapatero tiene previsto ir a Túnez, a pesar de la reciente dimisión de su primer ministro. Se trata de un país que España ha cultivado intensamente en los últimos años y en el que el derrocamiento de Ben Alí hace que Francia no pueda actuar a corto plazo como principal interlocutor europeo. España debe ofrecer su experiencia en transiciones políticas a Túnez y tratar de movilizar los esfuerzos de los países europeos para que los cambios lleven a mayores cotas de desarrollo político y social en el norte de Africa