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EL REY DELETREA 'OSCAR'

'El discurso del rey' es la favorita de una gala donde Bardem asume que ganar «sería un milagro»

OSKAR L. BELATEGUI
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The Hollywood Reporter' desvela en un informe un secreto a voces: los veinteañeros han dejado de ir al cine. La edad media del público que llena las salas, ese que no ha perdido el hábito de salir de su casa y pagar una entrada, no se corresponde con los filmes que encuentra en la cartelera. De ahí que este año los Oscar recompensen un cine adulto, alejado de las superproducciones en 3D que nutren el grueso de la taquilla. Si en la edición pasada 'En tierra hostil' batió a 'Avatar', esta noche 'El discurso del rey' parte como favorita con 12 candidaturas, amenazada por dos películones bastante más sólidos, que, en vez de una sonrisa, al levantarse de la butaca provocan una incómoda desazón.

¿Darán la sorpresa 'La red social' y 'Valor de ley', imponiéndose a una historia de superación manufacturada ex profeso para hacerse con la estatuilla? Ya el año pasado se retomó una práctica abandonada en 1943: la inclusión de diez títulos en la lista de aspirantes al premio gordo. Se extiende el efecto publicitario pero se pierde emoción. Al menos, en España nos queda Javier Bardem.

El protagonista de 'Biutiful' fue el primer intérprete español en recibir una nominación al Oscar. Ganador de una estatuilla al mejor actor de reparto por 'No es país para viejos', compite por tercera vez con un papel en español y -ahora sí- como protagonista. Bardem entregará junto a Josh Brolin (el asesino de 'Valor de ley') los premios al mejor guion original y adaptado. Tan solo por la repercusión de aparecer en una gala retransmitida en 200 países, con una audiencia en Estados Unidos de más de 41 millones de espectadores, merece la pena.

Bardem lo tiene complicado. Colin Firth colecciona todos los galardones de la temporada, Globo de Oro incluido, por su papel de Jorge VI, el monarca británico al que un excéntrico logopeda australiano ayudó a vencer su tartamudez. El marido de Penélope Cruz habrá ayudado en cualquier caso a posicionar 'Biutiful' como favorita en el apartado de película de habla no inglesa. Aunque solo represente al país azteca, el descenso a los infiernos de la Barcelona mestiza firmado por Alejandro González Iñárritu es una coproducción hispano-mexicana. Su triunfo sería también un triunfo del cine español.

'El discurso del rey' lo tiene todo para ganar. Ambientación impecable, actores británicos, personajes históricos (Churchill, la Reina Madre) y una temática 'trascendente' como es la superación de un trastorno del lenguaje, que atraviesa épocas y públicos. Detrás del filme de Tom Hooper, que lleva 10 semanas en la cartelera española, están los hermanos Weinstein, los temibles capos de Miramax, a los que ya les salió redonda la jugada con 'Shakespeare in Love' (batió aquel año a 'Salvar al soldado Ryan') y 'El paciente inglés'. Después de vender su compañía a Disney, los Weinstein se disponen de nuevo a revolucionar Hollywood, tal como hicieron en los 90 instaurando un concepto de cine 'independiente' que ya nadie se cree.

Cualquier crítico con dos dedos de frente ensalzaría las virtudes de 'La red social' y 'Valor de ley' frente al verbo entrecortado de un monarca muy humano. David Fincher captura el espíritu de una época en su acerado retrato de Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook. El creador del intrumento que ha puesto en contacto a millones de personas se revela, paradójicamente, incapacitado para las relaciones sociales. Hollywood se sitúa ante la tesitura de premiar internet, la mayor amenaza para el modelo actual de industria.

Rejuvenecer la gala

'Valor de ley' también es un dignísimo rival que puede dar la sorpresa. El mayor taquillazo en la filmografía de los Coen desgrana una historia de venganza y redención -como 'Winter's Bone' y 'The Fighter'- con el ritmo majestuoso de los 'westerns' clásicos. Una gran obra de un género dado por fenecido varias veces, a la altura de 'Sin perdón, cuya marcha en las salas confirma la existencia de espectadores que siguen demandando buen cine, sin necesidad de ponerse las gafas 3D que encarecen la entrada y hacen cuadrar las cuentas a las 'majors'.

Con todo, los Premios de la Academia, que cumplen 83 años, se han empeñado en rejuvenecer una gala que estará presentada por James Franco (32 años), el montañero que se automutila de '127 horas', y Anne Hathaway (28 años). Ambos cantarán y bailarán, y en su repertorio estará con casi toda probabilidad un numerito musical de 'Grease', tal y como desveló Franco a través de Twitter, la herramienta que permitirá seguir la fiesta al segundo. Los presentadores entregarán dos premios cada uno para hacer la ceremonia más ligera y habrá más canciones que otros años. Por primera vez, no se terminará con el Oscar a la mejor película -que dará Steven Spielberg-, sino que habrá un número de colofón final.

Entre las estrellas que subirán al escenario del Teatro Kodak figuran Tom Hanks, Justin Timberlake, Helen Mirren, Reese Witherspoon, Hugh Jackman, Nicole Kidman, Matthew McConaughey, Scarlett Johansson, Cate Blanchett, Robert Downey Jr., Jude Law, Halle Berry y Sandra Bullock. La apoteosis vendrá con la interpretación de 'Somewhere over the Rainbow', de 'El mago de Oz', por parte de los ganadores y del coro P.S 22 (Public School 22), compuesto por estudiantes de 10 años de una escuela de Nueva York.

La Academia enmienda la chapuza de haber entregado los Oscar honoríficos antes de la gala subiendo al escenario a los premiados: Francis Ford Coppola, Eli Wallach y el historiador Kevin Brownlow. Faltará el cuarto galardonado, Jean-Luc Godard, que excusó su presencia debido «a problemas de agenda». Después se explayó más a gusto: «Este Oscar no significa nada. Si la Academia quiere dármelo está bien, pero es raro... ¿Qué películas mías han visto? El galardón se llama Premio del Gobernador. ¿Significa eso que va a dármelo Schwarzenegger?».

Sin actores negros

Menos problemas dará Natalie Portman, favorita a mejor actriz por 'Cisne negro', siempre que Annette Bening, madre lesbiana en 'Los chicos están bien', se lo permita. La bailarina obsesiva y trastornada del desmelenado filme de Darren Aronofsky podría consagrarse en una edición con abundantes personajes femeninos en las películas importantes. No sucede lo mismo con los intérpretes negros, ausentes de todas las categorías. 'The New York Times' argumenta que los presupuestos han subido tanto que los productores se han concentrado en llegar a los grupos étnicos mayoritarios para asegurar la taquilla. Whoopi Goldberg, mejor actriz de reparto por 'Ghost', ha corrido a apagar el fuego, recordando que cinco actores afroamericanos se han hecho con el Oscar en la última década.

Mientras, Javier Bardem disfruta del pequeño Leo en compañía de Penélope Cruz y los suyos en Los Ángeles. Su hermano Carlos tuitea la rutina del actor español que más alto ha llegado. Si hace tres días todavía no contaban con transporte ni esmóquin, «al final Cadillac y Gucci proveerán». Carlos Bardem teclea: «Javi está muy tranquilo: 'Tío, lo gana Colin seguro', dice». El propio Bardem reconocía ante los periodistas españoles que ganar «sería un milagro». De hacerlo, lo agradecería en inglés y no en castellano, «porque el inglés lo habla más gente y es la lengua de los que me invitan». «Amo demasiado mi país para ser nacionalista».