EL FESTIVAL DE JEREZ
Actualizado:El Festival de Jerez que acaba de comenzar da el pistoletazo de salida al calendario de grandes eventos en la ciudad, que se completa, además, con el Gran Premio de Motociclismo, la Semana Santa, la Feria del Caballo y el Rocío. Quizá esta primera sea la menos multitudinaria, la que menos dinero y menos ocupación hotelera deje, pero sí que sirve para reafirmar una de las señas de identidad locales, que tiene en el flamenco en todas sus vertientes a su máximo exponente. Una ciudad sin identidad es como una canción sin estribillo o una tortilla sin sal, sosa a más no poder. Posiblemente sea una obviedad, pero en ocasiones conviene recordarlo para tenerlo presente. Y esa identidad hay que cuidarla, mimarla, promocionarla y explotarla. Es la marca, el sello, el elemento diferenciador de una comunidad. Jerez la tiene en el flamenco y en otros muchos elementos que la hacen único como municipio: el vino, los caballos, la Feria, la gastronomía, el comercio, sus gentes...
Este festival no llenará hoteles como la Semana Santa, la Feria o el Gran Premio, aunque el sector prevé unas ocupaciones más que importantes estos días, sobre todo los fines de semana. Llegan aficionados de Japón, Estados Unidos y Alemania, entre otros países, expresamente para ver los espectáculos, imbuirse del arte de primeras figuras y/o participar en las actividades paralelas que se organizan. Jerez se confirma, así, como referente del flamenco en su más pura esencia. Y eso convendría no perderlo. Hay que seguir apostando por esta cita que durante algo más de dos semanas viste la ciudad, especialmente su centro, de un ambiente único y que me atrevería recomendar a cualquiera, aunque no sea un gran aficionado al flamenco.
Después vendrá el Gran Premio de Motociclismo a principios de abril. Se llenarán los hoteles, no se podrá pasar por según que calles o avenidas a determinadas horas del día, la ciudad copará horas en televisiones nacionales y extranjeras, habrá avalancha de visitantes... Y habrá que vivirlo y disfrutarlo igualmente. Pero de otra manera. Ahí sí que se frotarán las manos los dueños de hoteles, bares, restaurantes y comercios. Jerez también es referente motero y lo seguirá siendo mientras tenga un circuito excepcional como el que tiene y una afición de diez. Es, sin embargo, de algo menos ligado a la esencia tradicional de la ciudad.
Sí lo es la Semana Santa, la siguiente cita en el calendario de grandes eventos. Se da la circunstancia de que, además, es de lo más rentable para la economía jerezana. Genera unos ingresos más que importantes para bares, restaurantes, hoteles y comercios, entre otros muchos sectores.
Después viene la Feria del Caballo, que, por desgracia, este año coincidirá con la campaña electoral. Eso sí que promete ser un espectáculo único, aunque sospecho que poco agradable para numerosos jerezanos. Les sobran los motivos.